IGOR GUZMÁN/BOLINFO/TARIJA
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(elPeriódico- 10 de septiembre) La Juez del tribunal de sentencia segundo en lo penal condenó con 20 años de cárcel al ex sargento de la Policía, Raúl Claros, quien deberá cumplir la sentencia en la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro (La Paz), en cuanto a la ex policía Maribel Astete con 4 años de presidio, y a los hermanos Pereyra con 15 años de prisión en Morros Blancos.
Según informó el Fiscal de Materia, Gabriel Alarcón, los jueces Juana Aban, Elisa Flores y Tito Bejarano del Tribunal de Sentencia en lo Penal condenaron ayer al mediodía a los principales autores del delito de secuestro a un joven el año 2014, donde estuvieron presentes la familia de la víctima quienes al conocer la sentencia se sintieron satisfechos.
“Se emitió la sentencia en contra los acusados, y en la parte resolutiva se impone la sentencia condenatoria para Raúl Claros con 20 años en Chonchocoro, Maribel Astete 4 años, ya que sería solo cómplice, y a los hermanos German Pereyra y Humberto A. Pereyra con 15 años a cada uno”, señaló.
Con respecto a la causa Giovanni Fernández abogado de la víctima, aseguró que también se está analizando algunos aspectos, ya que existió el robo agravado, la tenencia y portación de arma de fuego para aumentar la pena de los condenados.
En tanto Ubaldo Espinoza abogado de Claros, señaló que, como toda defensa, están disconforme con la sentencia emitida, por lo cual asegura que apelara, ya que existen otras instancias a recurrir en estos casos
“Vamos a apelar los derechos del acusado, es que en ese entendido tenemos días, y nosotros vamos a mantener que pedir que se mantenga (Claros) en el penal de morros blancos—dijo Ubaldo—no tenía la participación directa, el participo posterior al hecho, debo lamentar que el tribunal valoro sin pruebas suficientes”.
Se manifestaron con pancartas
Desde ayer la familia y amigos de la víctima, de quien nos reservamos el derecho de dar su nombre, fueron al Palacio de Justicia, donde pegaron pancartas en el cual se leía “Cárcel para secuestradores”, “`Pena y condena”, “Juez le pedimos que sentencia a estos delincuentes”, entre otros.
Después ingresaron los cuatro acusados de los siete que inicialmente estaban siendo procesados, ya que el año pasado fueron sentenciados tres sujetos, quienes fueron identificados como Jaime Vega, Gustavo Galean y Marco Antonio Orozco con 15 años de prisión en el penal de Morros Blancos tras someterse al proceso abreviado.
Por lo cual se continua con el juicio, realizando antes varios actos, como la presentación de testigos, reconstrucción del hecho, presentación de las pruebas colectadas por parte de laboratorio de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), y la reconstrucción de los hechos donde fue secuestrado, privado de su libertad y liberado la víctima.
Los secuestradores intentaron practicar el crimen perfecto
Con el propósito de secuestrar a una mujer, hace unas semanas atrás una banda empezó a hacer seguimiento a una familia, sin embargo, debido que ella casi no salía de su casa, los delincuentes decidieron plagiar al hermano de ella.
Los delincuentes lo esperan donde dejaba su vehículo todas las noches, lo reducen a la fingiendo que se trataba de un atraco; lo atan con alambre de amarre de construcción, la tiran al piso, le suben (a un motorizado) atrás del asiento del conductor, le ponen una capucha y se lo llevan tendido amenazándolo de muerte
En una casa ubicada en San Jacinto Sud, tenían al hombre echado en el piso de manera permanente y le prohibían que levante la cabeza, que continuaba encapuchada.
Se comunican con la familia del secuestrado, exigen la entrega de 260 mil dólares para liberarlo y que no informen de esto a la Policía, a lo que los afectados acceden y logran el rescate. Pérez lamentó la desconfianza de la familia hacia la Policía.
Para esta función estaba Claros como ex sargento, quien participó en el hecho informando a los secuestradores de las acciones que realizaban los familiares del secuestrado. Esta actitud fue detectada por el experto traído desde La Paz, quien hace seguimiento a Claros hasta tener la certeza de que era quien mantenía informados a los secuestradores.