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(INFOBAE) Las Coloradas, un pequeño pueblo de México, es el maravilloso escenario de un fenómeno natural de otro mundo. Esta humilde comunidad pesquera de la Península de Yucatán es el hogar de la Laguna Rosa, a la que arriban cada vez más instagrammers para retratar uno de los lugares más espectaculares y mágicos del planeta. «Nunca antes había escuchado hablar de un mar rosa», escribió la viajera alemana Marisa Hampe, cuya foto fue replicada por miles de usuarios de Instagram. «No podía creer lo que estaba viendo. Es un lugar único, como un sueño».

La Laguna Rosa es un paraíso escondido al que todavía no arribó la horda del turismo masivo que parece invadir todos los lugares de interés en el mundo. El poco turismo del lugar está orientado hacia lo sustentable, por lo que en la zona hay cada vez más propuestas de ecoturismo, para aprender a cuidar a la Tierra y disfrutar de la naturaleza al mismo tiempo.

Pero, ¿por qué el agua de este lago es rosa? Como para casi todo, hay una respuesta científica. La razón es que allí habitan unos microorganismos unicelulares que residen en aguas con mucha sal. Sus membranas de tonos rojizos hacen que el lago luzca de ese color tan curioso e impactante. Algo parecido a lo que ocurre en la Antártida con las Cataratas de Sangre. Además, resalta aún más en contraste con su alrededor, que en principio parecería arena blanca, pero que en realidad se trata de sal.

Las playas de Las Coloradas fueron declaradas zona de protección de Tortugas Marinas por el gobierno de México en octubre de 1986. Aquí habitan tres de las siete especies conocidas en el mundo: la Carey, la Blanca y la Caguama. También destacan los flamencos, que llegan a la región de Yucatán en grupos de hasta 25 mil. Es por eso que en estas playas sólo se permiten las actividades relacionadas con la investigación y la recreación y educación ambiental.

Este poblado es un paraje muy particular. Ubicado en la costa yucateca, es el punto comercial más estable de la península gracias a su constante producción de sal -que continúa desde la época de los Mayas-. Es que aquí se encuentra una de las salineras más grandes de toda la nación norteamericana, y es una de las industrias base de la economía local.

Sin embargo, la industria de la sal no lo es todo. Gracias a sus espléndidas playas, arriban regularmente visitantes de todo Yucatán, aunque Las Coloradas -con una población aproximada de mil habitantes- permanece todavía como uno de los lugares en México en los que el turismo masivo todavía no arribó, por lo que la experiencia se vuelve aún más atractiva.

Debido al escaso turismo, no existe una gran infraestructura, por lo que los viajeros deben tener un mayor cuidado cuando circulan por la zona. No hay supermercados ni negocios abiertos las 24 horas. Provee un respiro del ajetreo urbano. Tampoco pueden alojarse en el poblado, y para dormir deben trasladarse hasta el vecino pueblo de Río Lagartos, a tan sólo pocos minutos. Sí hay restaurantes, y las especialidades son a base de mariscos.

La Laguna Rosa de Las Coloradas es furor en las redes sociales, y está cada vez haciéndose más conocida, por eso para los que disfrutan de destinos tranquilos sin las masas, quizás sea el momento indicado para aprovechar y conocer este magnífico lugar, antes de que los viajeros del mundo crucen los límites de la Reserva de la Biosfera de Río Lagartos, donde se emplaza.

Un dato no menor es que los visitantes pueden bañarse en la laguna, y los lugareños lo recomiendan con fervor, ya que sus aguas saladas traerían numerosos beneficios para la salud. De esta manera, la combinación de sales y microorganismos que al unirse logran que se tiñan sus aguas, hacen más que crear un color intenso y maravilloso.