SHIRLEY. A. ESCALANTE/BOLINFO/TARIJA
(elPeriódico- septiembre 05/ 2016) Los estudios revelan que el consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad, los episodios recurrentes de consumo en la adolescencia y beber hasta embriagarse pueden afectar negativamente el desarrollo mental, los hábitos de estudio y el desarrollo de las habilidades necesarias para una correcta transición a la edad adulta.
Para la trabajadora social del proyecto Sembrando Valores, Sonia Galarza, asevera que la ley establece una edad específica para poder comprar y consumir bebidas alcohólicas en casi todos los países en donde el consumo de alcohol ha sido legalizado.
“Esto se debe a que el consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad tiene repercusiones en la salud y desarrollo de la persona”, dijo Galarza.
Por otro lado refirió que los jóvenes se encuentran en constante riesgo debido a ciertos patrones de consumo debido a varios factores. Fisiológicamente, se encuentran todavía experimentando cambios en su desarrollo.
El cerebro del adolescente se encuentra en un alto nivel de desarrollo. Este desarrollo establece las bases para las habilidades de la persona en su vida adulta, tales como la planeación, la integración de información, la resolución de problemas, el discernimiento y el razonamiento.
Estos importantes cambios que están sucediendo son la razón de que el cerebro del adolescente sea más vulnerable a los efectos nocivos del alcohol en comparación con un cerebro adulto.
Para la trabajadora social los patrones de consumo de alcohol en menores de edad se deben a una variedad de factores: la familia, los amigos, los medios de comunicación, las normas culturales y la religión, así como las políticas gubernamentales.
“Por ejemplo, se ha comprobado que la promoción de bebidas alcohólicas en los medios publicitarios influye en la decisión que toman los adolescentes para beber, y existe evidencia que demuestra que esta publicidad aumenta las probabilidades de que los adolescentes y jóvenes comiencen a beber, o aumenten su consumo de alcohol”, dijo Galarza.
Para la maestra de psicología del establecimiento Tarija, Noemí Vázquez, el alcohol perjudica las áreas del cerebro responsable del aprendizaje y la memoria, las habilidades verbales y la percepción visual-espacial.
Por consiguiente, el consumo excesivo de alcohol afecta la creación de nuevos recuerdos, las habilidades de resolución de problemas, el pensamiento abstracto, la atención y la concentración.
Según Vázquez los estudios sugieren que el consumo de alcohol en adolescentes afecta de forma negativa la función neurocognitiva, como la capacidad de estudiar y obtener buenos resultados en los exámenes.
“Debido a que la adolescencia es una etapa muy importante para el desarrollo cerebral, el consumo de alcohol puede tener efectos negativos a largo plazo en su vida adulta”, dijo la maestra.
En la ciudad de Tarija existe el Instituto Nacional de Tratamiento y Drogodependencia (Intraid), el que acoge a personas de toda edad para que se sometan al tratamiento de recuperación, con el objetivo de que los mismos puedan motivar a estos sujetos a través de diferentes terapias a que puedan hacer un cambio en sus vidas.
Tarija primer lugar de consumo de alcohol en Bolivia
La ciudad de Tarija encabeza el primer lugar a nivel nacional de consumo de alcohol según el Instituto Nacional de Tratamiento y Drogodependencia (Intraid), en este sentido el psiquiatra y jefe del departamento clínico, César Oliva, aseveró que la base genérica es que se genera una pauta socialmente y culturalmente deformada de inicio para ingerir bebidas alcohólicas a tempranas edades.
“El alcohol es una droga que es ilegal hasta los 18 años, en nuestra cultura lamentablemente muchos padres permiten que los jóvenes de 15 años se emborrachen y es ahí donde se va internalizando el patrón de conducta del bebedor por lo tanto al no haber un factor restrictivo para evitar estas acciones, ni leyes claras, ni normas claras no baja la incidencia de consumo de bebidas alcohólicas“, dijo Oliva.
Asimismo señaló que antes las edades de inicio de consumo de bebidas alcohólicas estaban entre los 16 a 17 años mientras que actualmente los jóvenes empiezan a consumir este tipo de bebidas desde sus 13 años de edad al igual que muchos inician con drogas ilegales como la marihuana o cocaína.