A nadie le gusta pensar en la basura. Es más fácil lanzar los desechos al cesto y olvidarse de ellos. Una vez que los empleados de la empresa de recolección de basuras la aleja de nuestros predios, decimos que ya no es asunto nuestro y punto. La gente no suele pensar en las consecuencias de sus actos hasta después de que se presenta el problema.
Es que el problema de la basura domestica ha ido creciendo lenta e insidiosamente. Hablamos de lluvia ácida, de aguas contaminadas, de cambio climático, del agotamiento del ozono en la atmosfera superior. Pero el problema de la basura no ha llamado mucha atención. Si se le pregunta al hombre de a pie, este suele responder como si el problema no existiera: “Alguien se lleva la basura todas las semanas, así que ¿cual es el problema?”. Más ya no podemos seguir vertiendo la basura en un cesto para luego olvidarla, sin exageración alguna… la basura amenaza sepultarnos.
En muchas ciudades, los basureros están repletos y no se encuentran otros nuevos, fuera de que en el hogar no se clasifica la basura en orgánica e inorgánica. Además el costo de otros métodos de eliminación va en aumento. Si proyectamos las cifras de los kilos de basura por persona que se producirán mundialmente en los próximos años, y agregamos el hecho de que se están preparando muy pocos basureros nuevos, comenzaremos a ver que el problema de los desechos en algunas partes podría llegar a ser crítico.
Si retrocedemos en el tiempo, la gente simplemente lanzaba la basura a la calle para que la lluvia se la llevara. Hoy, la mayor parte de los desechos sólidos se eliminan de tres maneras, en basureros abiertos, en rellenos sanitarios o incinerándolos. El basurero abierto ha existido desde hace siglos. Los habitantes de una ciudad o población lanzaban la basura a una fosa, un abismo o un valle. Los efectos nocivos de este método son muy conocidos. Estos lugares se convierten en criaderos de moscas y ratas. Apestan, afean el paisaje y son un peligro para la salud. Los escapes contaminan los ríos y las aguas subterráneas.
El relleno sanitario es simplemente un basurero abierto con una capa de arcilla en el fondo. La basura de cada día se cubre con una capa de tierra y queda como un emparedado entre dos capas de tierra. Aunque este evita algunos de los problemas del basurero abierto, una parte de los desechos se escapa a las aguas subterráneas. También puede crecer demasiado rápido de acuerdo al crecimiento demográfico.
Los incineradores reducen la basura drásticamente en un 70% por peso y hasta un 90% por volumen, producen calor que puede aprovecharse para generar electricidad, con lo cual se reducen los costos del tratamiento de la basura. Sin embargo, después de quemarla, es necesario enterrar las cenizas, que pueden contener tóxicos, como plomo o mercurio, en concentraciones mucho mayores que las de la basura original. Si las cenizas no reciben un tratamiento apropiado, los metales podrían filtrarse hasta las aguas subterráneas. Los incineradores también necesitan dispositivos para prevenir la contaminación del aire, como limpiadores y filtros que eliminen los tóxicos venenosos en el humo. Los planificadores urbanos, así como los ingenieros y ambientalistas dedicados al tratamiento de los desechos sólidos, dicen que es imposible sostener el ritmo actual de consumo y desperdicio.
Demos un paso hacia atrás para observar el problema de los desechos desde un punto de vista más amplio. Pocos son los que prevén los efectos a largo plazo de sus acciones. Nuestra responsabilidad ante nosotros mismos y ante la generación futura nos obliga a mantener un medio ambiente limpio.