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(INFOBAE) Un trabajo realizado por la organización inglesa Save the Children descubrió que existe una relación entre las actividades artísticas durante la infancia y el nivel educativo con el que los niños llegan a la escuela primaria.

Según el informe las niñas tienen mejores habilidades de alfabetización debido a que las madres son más propensas a cantarles, desde sus primeros meses de vida, mientras que los niños prefieren realizar actividades físicas, más relacionadas al deporte.

Según el trabajo, las madres son más propensas a enseñar a sus hijas el alfabeto, dibujar y pintar, cantar canciones, rimas y poemas. Y que esto sería la razón principal de la diferencia entre ambos sexos.

Expertos de la Universidad de Bristol, quienes participaron del estudio, explicaron que esto se debe a que los padres prefieren darle a los hombres actividades deportivas por sobre las relacionadas a la creatividad y el lenguaje.

«Las madres les enseñan las letras del alfabeto con menos frecuencia a los niños», explica el informe, aunque aclara que «curiosamente, no hay diferencia de género en la enseñanza de los números y las cuentas». Y agrega: «A los tres años, los hombres ya realizan deportes, mientras que ellas se quedan más tiempo con sus progenitoras, realizando este tipo de actividades».

En este caso en particular, el problema tiene ramificaciones hacia el futuro. Hace 10 años se realizó el mismo estudio y determinó que la brecha entre los géneros comenzaba a notarse a partir de los 11 años a favor de las mujeres, pero el nuevo análisis adelantó el dilema. En la actualidad, los expertos afirman que dos tercios de los chicos están por detrás en capacidades a los cinco años o incluso antes de que lleguen a la escuela.

En Inglaterra, durante 2015, 80.000 niños comenzaron las clases con serias dificultades para «decir una frase completa» o «seguir instrucciones simples», aseguró el informe. Y los investigadores aseguraron que si los resultados no se revierten casi 1 millón de niños estarán en riesgo durante la próxima década.

Además, la investigación sugiere que estar detrás en el primer día de clases es a menudo un indicador de que un alumno puede permanecer así de por vida. Los especialistas aseguraron que esta brecha también afecta las habilidades sociales y el comportamiento de los futuros hombres, ya que esta diferencia en una edad temprana repercute en sus chances de conseguir trabajos, poder organizar y cumplir proyectos personales y hasta en los cuidados necesarios para mantener una vida saludable.