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(ABI).- Cientos de ciudadanos bolivianos acudieron el viernes al mediodía a Palacio de Gobierno consternados y dolidos, para pedir justicia y dar el último adiós al viceministro de Régimen Interior, Rodolfo Illanes, quien fue asesinado ayer por cooperativistas mineros, que mantenían bloqueadas las carreteras del país en demanda de la atención de un pliego petitorio de 10 puntos.

Aproximadamente a las 11 de la mañana empezó el movimiento en Palacio de Gobierno donde llegaban ramilletes de flores y se instaló la capilla ardiente de la funeraria que se haría cargo del velorio y sepelio del viceministro, que murió según la autopsia de ley por un derrame cerebral y torácico.

Autoridades nacionales también se dieron cita en el salón principal de Palacio Quemado, para esperar la llegada del cuerpo de su colega.

El cuerpo llegó a plaza Murillo y el cortejo fúnebre fue acompañado por el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y recibido oficialmente por el vicepresidente Álvaro García Linera, quien saludó a los familiares de la autoridad.

Quienes llegaron al salón para dar el último adiós al viceministro, a quien muchos catalogan como un hombre solidario y de buena fe, pidieron a gritos «justicia, justicia para Rodolfo», en demanda de la aprehensión de los culpables de su asesinato.

Inmediatamente después de ubicar el cuerpo en la capilla ardiente, sus familiares se acercaron al ataúd momento en que se desbordó el llanto y el dolor. Inmediatamente después se inició una celebración eucarística.

Entretanto, en puertas de la Casa de Gobierno aún permanecían docenas de personas que querían entrar para darle el último adiós a su amigo o familiar, pero los policías frenaban el ingreso, porque ya no había espacio al interior.

Horas antes, el Gobierno declaró duelo nacional de tres días sin suspensión de actividades por la muerte del viceministro Rodolfo Illanes.