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DANIEL RODRÍGUEZ/BOLINFO/TARIJA

 (elPeriódico – agosto 26/2016) El conflicto del Programa Solidario Comunal (Prosol) llevó al sector campesino a hablar de su autonomía. Sin embargo, para consolidar este deseo existe un proceso lleno de retos, requisitos y tiempos, tal como ocurrió con la autonomía regional del Chaco, que actualmente se encuentra en una etapa final.

Lo cierto es que los dirigentes de la provincia Cercado ya iniciaron los trámites desde hace tres años. Sin embargo, el debate se concentra en el concepto, en ver si son reconocidos en el Estatuto como pueblo, y si tienen territorio y cultura ancestral

Concepto único indivisible

El secretario de Desarrollo Institucional Autonómico de la Gobernación, Edwin Flores, explicó que la autonomía  originaria campesina es un concepto único e indivisible. Es decir, que no están partidos o separados exclusivamente en una campesina y otra indígena.

“Al ser un concepto único la autonomía indígena-originaria-campesina está constitucionalizado  pero la autonomía campesino propia no –afirmó Flores-. Se comparte plenamente el respeto de los usos  y costumbres, derechos constituidos y la institucionalidad del campo. Sin embargo, no es lo mismo que la autonomía campesina. Cuando se habla de autonomía quiere decir autogobierno que tenga un órgano ejecutivo y otro legislativo”.

La secretaria de autonomía de la central campesina de Cercado, Marcela Guerrero, indicó que el movimiento campesino también lucha por la autonomía campesina  que permitirá elegir de manera directa y sin ningún partido político a sus concejales municipales.

Señaló que la autonomía campesina significa tomar decisiones propias y obligatorias en el marco de  un territorio, en este caso las comunidades. Aseguró que este nivel de autonomía es más profunda que la departamental y regional porque el pueblo campesino puede administrar justicia  dentro del marco competencial que faculta la ley. Además los lleva a tomar decisiones sobre la administración de recursos económicos con el Prosol.

“Es cierto que la autonomía indígena originaria campesina es una fórmula indivisible porque se tiene la misma jerarquía o igualdad en los derechos especiales que concede la Constitución Política del Estado (CPE)”, apuntó Guerrero.

Reconocidos en el Estatuto

El secretario de la Gobernación recordó que existen cuatro niveles de autonomías constitucionalizadas clásicas: departamental, municipal, regional y originaria campesina. Además mencionó que el artículo 2 del Estatuto Autonómico Departamental reconoce a los únicos pueblos originarios indígenas campesinos como: Guaraní, Tapiete y Weenhayek, que pueden constituir una autonomía originaria campesina. Por lo tanto tienen representación directa en la Asamblea Departamental.

“Una cosa se llama la democracia y justicia comunitaria que se respeta, pero otra cosa que esté constitucionalizada como una quinta  autonomía campesina, que no está –aseguró Flores. Por lo tanto, es un concepto indivisible que no se puede sacar o dividir. Las comunidades campesinas no tienen ese derecho pero sí otros que las respetamos como la justicia comunitaria”.

Sin embargo, Guerrero informó que en realidad lo que dice el artículo 2 del Estatuto Autonómico Departamental  es lo siguiente: “Integran el pueblo del departamento autónomo de Tarija todos los habitantes mujeres  y hombres de áreas urbanas y rurales, los pueblos y naciones indígenas: Guaraní, Weenhayek, Tapiete, y campesinos”.

Entonces, según la dirigente, no se puede decir que el Estatuto reconoce solamente a tres pueblos indígenas cuando el documento señala cuatro pueblos. Recordó que el documento autonómico departamental pasó por un control de calidad y este tema no fue observado.

“Al preparar los argumentos para tener representación directa se indagó ante varias instancias como el Ministerio de Autonomía, a la Unidad de Descolonización, al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) y la Asamblea Departamental, donde reconocieron que los campesinos son un pueblo originario.

El requisito de ser ancestral

Flores explicó que los tres pueblos indígenas que hay en el departamento de Tarija (Guaraní, Tapiete y Weenhayek) cumplen con el requisito de ser reconocidos al tener preexistencia ancestral, es decir antes de la colonia.

La autoridad de la Gobernación indicó que en el campo uno tiene tierra, pero en la autonomía indígena uno tiene territorio reconocido por las Tierras Comunitarias de Origen (TCO). Entonces dijo que son conceptos muy diferentes y complejos.

Sobre el requisito de la pre existencia colonial, Guerrero aseguró que existe un informe que señala que los campesinos si cumplen porque vienen de la cultura ancestral de los pueblos Tomatas, Churumatas y Chichas. Esas culturas pasaron de ser pueblos a indios, de indios a colonos, y de colonos a campesinos con la Reforma del año 1952.

Por ello, para hacer posible la autonomía campesina se necesita tener un certificado ancestral, pero Guerrero dijo que se tramitará ante el Ministerio de Autonomía.

El proceso puede tardar muchos años

Marcela Guerrero, dirigente campesina, explicó que consolidar la autonomía indígena campesina es hablar de un tiempo prolongado, sin embargo, se prevé tener propios concejales en Cercado para las siguientes elecciones municipales.

Recordó que solamente aclarar esta figura al Concejo Municipal de Cercado tardó tres años. Sin embargo, dijo que quien tiene la tuición final sobre el tema es el Tribunal Constitucional porque  analizará aprobar o no esta iniciativa.

“Para implementar la autonomía indígena campesina en los municipios de Tarija dependerá mucho de sus habitantes –apuntó Guerrero-. En Cercado existe una masa poblacional urbana enorme, pero los campesinos son ricos en territorio. Por ser minoría nos lleva a la necesidad el discutir el modelo de estado municipal para que ser inclusivo por ejemplo en la elaboración del Plan Operativo Anual (POA)”.

Para Guerrero, la autonomía campesina es un proceso que de a poco se implementará en el departamento de Tarija, al igual como ocurrió en Charagua (en Santa Cruz), el primer municipio del país que tiene autonomía indígena campesina, en donde no existen partidos políticos para elegir a sus concejales, sino mediante asambleas.

“Es romper todos los esquemas de la democracia en el país –aclaró Guerrero-. Hay muchos municipios que quieren hacer lo mismo pero se ven frustrados por los trámites burocráticos en el Ministerio de Autonomías”. (eP)