Noticias El Periódico Tarija

Luis Fernando Ortiz Daza

Si bien hay un cuarto intermedio, éste tendrá una corta duración, al parecer la Gobernación está cediendo posiciones por el bien de la población de Tarija, por el otro lado la dirigencia campesina se está cerrando en su posición de solo abrogar el decreto de manera que no se toque el reglamento que incluye el aumento del monto a 6.000 Bs.

Así vistas las cosas la población debe estar informada correctamente y sería bueno que de la cara la primera autoridad del departamento.

Por otra parte es bastante criticable la actitud de la intervención que en una estrategia envolvente deja sin recursos a otros sectores también muy necesitados de la población. La anterior gestión de Lino Condori hizo una apuesta mañosa del manejo de los recursos para esta nueva gestión.

Todo fríamente calculado y en un afán perverso por perjudicar la gestión del nuevo gobernador, se adelantaron en elevar este monto para el PROSOL, además de que se contrataron obras sin medir el impacto de la merma de los recursos por el gas que era sabido que se iban a caer en el corto plazo.

Lo que está mal y es criticable es que no haya concertación, que las propuestas salgan de las mesas de negociación. Es criticable que no se puedan sentar en paz y sin prejuicios, es criticable que no haya una capacidad de entendimiento del sector campesino y es criticable la posición paternalista de la gobernación.

Hoy hay que partir de un análisis transparente y objetivo de la coyuntura económica que vive el departamento, personalmente no estoy de acuerdo en que desaparezca el PROSOL por la cercanía y empatía que tenemos los tarijeños (chapacos) que estamos entre el campo y la ciudad.

No creo prudente que se realicen bloqueos, con afanes políticos, desde el MAS es cierto que se impulsa esta defensa férrea del 6.000 Bs, este pedido está preñado de consignas políticas, de una fuerte carga ideológica y cuándo no de victimización de algunos sectores del campesinado.

Hay que ponerse la mano al pecho, en todos los tiempos se habla de corrupción por este programa, sin embargo, no hay acusaciones formales de uno u otro lado, cuando estaba Cossío, desde el MAS se acusaba a su gestión de usar a estos recursos para campaña, cuando estuvo don Lino Condori, en los medios salían noticias de familias que recibían estos recursos sin vivir en el campo e inclusive de comunidades fantasmas.

Se habla y mucho de que la plata de los proyectos entraba una parte al beneficiario y otra a los impulsores de los proyectos, que se beneficiaron los proveedores de maquinarias e insumos, que lo que iba al sector productivo era menor a lo estimado en la realidad.

Es de todo esto que se debe hablar, se deben limar asperezas y de uno a otro lado hacer un mea culpa por falta de control, se deben iniciar auditorías, analizar los beneficios del programa y ver la continuidad del mismo para que nuestro hermano chapaco, el campesino siempre discriminado a decir de sectores políticos, no emigre a la ciudad y viva en condiciones de miseria y discriminación.

Es posible el diálogo, es inútil el bloqueo mientras no se discuta ampliamente, es Tarija la que se empobrece y es Tarija la que hoy recibe menos recursos en una especie de escarmiento del Estado para quienes juraron autonomía y nos impusieron una intervención inconstitucional y a dedo desde el centralismo para que hoy nos encontremos en la situación de crisis.

Negar la crisis es ser indolente con el departamento porque ésta es objetiva y viene del compromiso de obras de la intervención y claramente de la merma de regalías e IDH por la baja del precio del gas indexado a los precios internacionales del petróleo que se fueron en picada.