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(INFOBAE) La canciller argentina, Susana Malcorra, consideró que Uruguay creó un «vacío» en el Mercosur al adoptar «unilateralmente» la decisión de abandonar la presidencia del bloque, en una entrevista publicada este jueves por el semanario uruguayo Búsqueda.

«Lo que está pasando, desde nuestra lectura, es que hubo lamentablemente un proceso en el cual Uruguay decidió unilateralmente dejar la presidencia pro témpore del Mercosur, y eso ha creado un vacío, un limbo», dijo Malcorra en alusión a la decisión de Montevideo de dejar el puesto cumplidos sus seis meses de gestión. Desde entonces, la crisis que venía socavando al Mercosur por el traspaso de la coordinación del bloque a Venezuela se ha profundizado a niveles sin precedentes.

«Nosotros hemos dicho que la presidencia pro témpore tiene un proceso de traspaso que es una formalización de informe que hace el (presidente) saliente, sobre cuál ha sido su trabajo. Eso no ocurrió, y para nosotros eso es un problema serio de gobernabilidad del Mercosur», añadió la canciller argentina al semanario uruguayo, que la entrevistó en Buenos Aires.

«No ha habido una sola transferencia en el Mercosur que no se hiciera en el marco del Consejo del Mercado Común», que reúne a cancilleres y ministros de Economía, en general en el marco de la celebración de cumbres presidenciales, recordó Malcorra.

Malcorra, siempre según Búsqueda, dijo que Uruguay debería haber esperado para tomar esa decisión. «Creo que lo mejor hubiese sido, antes de mandar la carta (para dejar la Presidencia), intentar acordar un formato de salida», señaló.

El Mercosur atraviesa una de sus dos peores crisis desde su fundación en 1991, sólo equiparable a la que generó la suspensión de Paraguay en 2012 luego de un juicio parlamentario que destituyó al presidente Fernando Lugo. Allí, en una cumbre presidencial incompleta, Uruguay, Argentina y Brasil resolvieron el ingreso de Venezuela como miembro pleno al bloque.

Por orden alfabético, en julio de 2016 Venezuela debía asumir la presidencia del grupo, puesto que coordina por seis meses la agenda del bloque. Pero Brasil, Paraguay y Argentina se oponen.

El canciller brasileño, José Serra, dijo el miércoles que su país considera que «Venezuela vive bajo un régimen autoritario, no democrático» y argumentó que «un país que tiene presos políticos no puede ser un país democrático».

«Venezuela no va a asumir el Mercosur, eso es seguro», remató el ministro brasileño.

Paraguay, de su lado, pidió a Venezuela que libere a los opositores presos y acusó al gobierno de Nicolás Maduro de querer bloquear el Parlamento a través de la Justicia.

Argentina, en tanto, quiere un gobierno colegiado del Mercosur hasta que asuma la presidencia en enero próximo. El presidente Mauricio Macri ha sido muy crítico de la situación de derechos humanos en Venezuela.

Uruguay es el único socio que quiere que Venezuela asuma la presidencia y acepta la decisión adoptada por Maduro, que se proclamó al frente del Mercosur, aunque la mayoría de los socios no lo reconocen ni aceptan las decisiones que adopte.

Maduro acusó a Argentina, Brasil y Paraguay de formar «la triple alianza de torturadores de Sudamérica», dijo que el gobierno interino brasileño es «una dictadura impuesta», tildó a Macri de «fracasado» y al gobierno de Horacio Cartes en Paraguay de «oligarquía corrupta y narcotraficante».

En medio de estas escaramuzas, el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, dijo en el Parlamento que Brasil había intentado «comprar» a Uruguay para que rechazara el traspaso a Venezuela, ofreciéndole participar en negociaciones comerciales extrazona.

Brasil llamó entonces a consultas al embajador uruguayo en Brasilia. Montevideo adujo un «malentendido» de parte del canciller Nin Novoa y Serra dio por superado el incidente diplomático, todo en menos de 48 horas.

El 23 de agosto está prevista una reunión de coordinadores del Mercosur en Montevideo para intentar destrabar la situación. A la última reunión de este tipo no asistió Venezuela.