RIO DE JANEIRO
Cuando daba sus primeros pasos en el tenis, un entrenador dijo a Mónica Puig que para salir adelante en el deporte había que entrenarse duro, día tras día. Picar piedra.
De allí nació el apodo de «Pica» y el lema «Pica Power» que ha popularizado en redes sociales la menuda tenista puertorriqueña, toda una dínamo sobre la cancha. Nunca tan apropiados como en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Puig, 34ta del ranking mundial y con apenas un título profesional en su carrera, conquistó el sábado la primera medalla olímpica de oro en la historia de Puerto Rico al derrotar por 6-4, 4-6, 6-1 a la alemana Angelique Kerber en la final de mujeres.
Se convirtió, además, en la primera mujer que gana un metal, de cualquier color, por Puerto Rico, cuya cosecha olímpica se limitaba a dos platas y seis bronces.
Se trata, sin duda alguna, de uno los logros más importantes en la historia deportiva de una isla que atraviesa una difícil situación económica y social. Buenas e inesperadas noticias cortesía de una chica de 22 años que, al principio de la temporada, ni siquiera tenía el ranking suficiente para ser invitada a Río.
«No me lo creo, estoy completamente en shock», dijo la boricua, cuyo mejor resultado en un Grand Slam fue la cuarta ronda de Wimbledon en 2013.
Animada al grito de «¡sí se puede!» por un pequeño pero ruidoso grupo de puertorriqueños, casi todos con banderas de la isla, Puig jamás se amilanó ante la segunda del ranking mundial, quien a principios de año derrotó a Serena Williams en la final del Abierto de Australia. Ni siquiera cuando bajó el rendimiento en el segundo set, tal y como le pasó el viernes en las semifinales ante Petra Kvitova, otra campeona de Grand Slams que dejó en el camino.
Por el contrario: Puig salió a comerse la cancha en el tercer set, consiguió dos quiebres rápidos y sentenció en su cuarto match point de un último game de ida y vuelta en el que levantó seis puntos de quiebre.
De inmediato, soltó la raqueta y saltó de alegría. Una alegría que retumbó de Río hasta San Juan.
«Esto es para ellos, definitivamente es para ellos», agregó, sin poder contener las lágrimas, dedicándole el triunfo a sus compatriotas. «Puerto Rico pasa por momentos difíciles, necesitaban esto, yo necesitaba esto. Espero que esto nos una, estoy orgullosa de ser donde soy».