Sergio Reyes Canedo
La Autonomía como instrumento de desarrollo, enfrenta desafíos, que obligan a ejercitar esa incómoda glándula llamada “conciencia” que impide dormir a “pierna suelta” sin otra molestia que los mosquitos. La solo reconocimiento de una crisis económica amenazante, no es suficiente; pasar del LOGOS (conocimiento) al RHEMA (acción) que es una responsabilidad política de accíon urgente.
Considero que la crisis, finalmente reconocida en boca del propio presidente del Estado, obliga a que se clarifiquen un tránsito mancomunado de todos los actores políticos, en la dirección del énfasis de la inversión en Desarrollo Humano, que se ha propuesto el gobernador para los príximos años, bajo el título de Plan de Bienestar” y que despues de revisar los planes operativos de otras instituciones de calidad ejecutiva pública son coincidentes.
Los contenidos del Plan de Bienestar enfatizados, como esfuerzo “holístico” de la gobernación, no puede ser solo de esa institución y sus responsables. Considero que tanto los sub-gobernadores y los propios alcaldes municipales, coinciden en gran parte de sus objetivos de gestión, con los básicos postulados que integran el plan de bienestar.
En esa dirección, debe crearse un “espacio de encuentro y sincronía” institucional para sinergizar todas las propuestas de desarrollo, e integrarlas en tiempo, inversión y gestión, hacia las mismas metas que cada actor político se ha propuesto.
Se debe promover un encuentro institucional que discuta un PACTO VITAL POR TARIJA. Para esto, a continuación, expongo lo que considero el camino a seguir:
1.- Pacto vital por la preservación de la Renta Departamental.- Todos los ingresos generados por la actividad económica y sobre todos los referidos a la explotación de los recursos no renovables deben preservarse; en esa lista: Regalías, Recaudaciones por inpuestos específicos IDH; IEHD, coparticipación tributaria, transferencia de recursos y creación de fondos especiales, crédito de organismos internacionales y de cooperación técnica y el patrimonio constuído; todos ellos, merecen todavía el celoso recaudo de las autoridades políticas.
En ese orden, debe también incluise asuntos de estricta atingencia económica:
2.- Pacto Vital sobre el Endeudamiento Departamental.- Las instituciones autonómícas, solo podrán contraer endeudamiento con la autorización de sus respectivos órganos legislativos y los límites de tal endeudamiento deben establecerse con racionalidad financiera.
3.- Pacto Vital para un Fondo de estabilización.- Conviene que con la experiencia del cambio internacional de precios del petróleo se subsidie las afectaciones que esta generan; el fondo debería siempre con el superávid de la gestión fiscal anterior para garantizar la sostenibilida de los programas y proyectos de mayor interés departamental.
4.- Pacto Vital de Sincronía y dirección de las inversiones institucionales Gobernación, Subgobernaciones y Alcaldías.- Los órganos ejecutivos y legislativos Departamental y Municipal, deben encontrar una convergencia en la planificación estratégica como una medida inteligente de maximizar y priorizar la unidireccionalidad del desarrollo humano.
5.- Pacto Vital para la defensa legal de los derechos humanos fundamentales colectivos de todo el Pueblo del Departamento.- El estrangulamiento económico, no solo afecta la gestión institucional de gobernación y alcaldías, sinó que finalmente se niega la posibilidad de desarrollo de todo un Pueblo. Siendo realmente objetivos, esta afectación, constituyen serias violaciones a los Derechos Humanos, porque no se puede condenar a la pobreza a todo un pueblo, por motivaciones políticas.
Interponer los recursos de inconstitucionalidad, nulidad y denuncias a los organismos internacionales de defensa de los Derechos Humanos y la Democracia como valor y sistema, forman parte de este reclamo necesario del que todas la autoridades estan moralmente obligados a denunciar.