(INFOBAE) Un joven de 19 años murió al ser atropellado por un tren en el momento en el que jugaba con la aplicación Pokémon Go, en la localidad bonaerense de Grand Bourg, en la zona noroeste del Conurbano.
El incidente, según trascendió hoy, se produjo alrededor de las 8:00 del último sábado en la estación local de esa localidad del partido de Malvinas Argentinas y se trató del primer incidente fatal desde la llegada del adictivo juego al país.
Testigos afirmaron que el muchacho cruzó las vías distraído mientras jugaba con la aplicación de realidad virtual y fue arrollado por una formación ferroviaria, por lo que perdió la vida en el acto.
Según indicaron, la situación llegó a ser advertida por personas que esperaban el tren en la estación perteneciente a la Línea Belgrano Norte, pero el muchacho, ensimismado, no escuchó ni los gritos, ni el insistente sonido de la bocina del tren.
El juego de realidad aumentada sacó a los jugadores a la calle a buscar, a través de las pantallas de sus celulares, criaturas virtuales a las que tienen que capturar para sumar puntos.
En distintos países donde se comenzó a utilizar esta aplicación a principio de mes, se han registrado robos y situaciones de peligro en el tráfico por distracciones asociadas a la «caza» de las mascotas virtuales.
En la Argentina, luego de algunos días en los que empezó a funcionar en algunas ciudades del sur del país, la aplicación comenzó a usarse a partir del 3 de agosto pasado y el entusiasmo de los jugadores parece a tono con el que se experimenta a nivel mundial.
El gobierno nacional, a través de Presidencia de la Nación, lanzó una campaña por redes sociales para evitar accidentes callejeros. «Prestá atención. Evitá accidentes», dice el tuit que publicó la semana pasada la Casa Rosada en la red social, y que fue acompañada con el hashtag #PokemonGoArg.
En la gráfica se puede ver a uno de los personajes del juego con un cartel de «Pare» en medio de la calle. En tanto, desde la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales (DNPDP) advierten a los padres para tomar todos los recaudos correspondientes para el cuidado de la privacidad de niños, niñas y adolescentes.