Noticias El Periódico Tarija

¿Has escuchado hablar de Noé? Puede ser que no creas en el diluvio universal, pero toda tradición enseñada posee fundamentos, es así que medita en ellos…

No pierdas el barco… Cada oportunidad puede ser única en nuestras vidas.

 Acuérdate que todos estamos en el mismo barco… ¡Muchas veces nuestra supervivencia depende de la supervivencia de nuestro prójimo!

Planea para el futuro… No estaba lloviendo cuando Noé construyó el arca; muchas veces no podemos presentir lo que nos aguarda, necesitamos aprender a confiar en Dios.

Mantente en forma… En cualquier momento, alguien puede pedirte que hagas algo realmente grandioso.

Mientras Noé construía el arca, todos se burlaban de él por construir un barco en el desierto… No des oídos a las críticas; solamente continua realizando el trabajo que necesita ser hecho.

 Construye tu futuro en terreno alto… Cuando miramos hacia el horizonte, ¡Vemos el infinito!

 Por seguridad, viaja en pareja… Todos con Noé entraron en parejas, lo cual nos lleva a otra reflexión; acuérdate, ¡Dios nunca envió a nadie solo!

 La velocidad no siempre es una ventaja… Los caracoles estaban a bordo con los leopardos;

tenemos muchas diferencias, lo importante es que somos esenciales unos para los otros y podemos llegar juntos, ¡Aún con diferencias gigantescas!

 Cuando estés tenso, flota por un tiempo… Esperar o tener paciencia, muchas veces, es la mejor solución, hay cosas que están fuera de nuestro control, ¡Relájate y espera a que pase el diluvio!

 Recuerda que el arca fue construida por aficionados; el Titanic por profesionales y ya sabes el fin de ambas historias… Tener la bendición de Dios es garantía de éxito.

 No importa la fuerza de la tempestad… Pues cuando estás con Dios siempre hay un arcoíris de esperanzas esperándote ¡Desafiándote para un nuevo comienzo!

Recuerda que después de la tormenta sale el arcoíris, promesa de que todo será mejor… Pero para disfrutarlo tienes que haber sobrevivido íntegramente.

Sé siempre tú aunque no todos estén contigo al fin del camino… Si Dios lo está, nada más será necesario.