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Los residentes de la frontera entre Colombia y Venezueladeberán portar una cédula de identidad especial, como parte de las medidas acordadas por las cancilleres de dichos países tras una reunión de cinco horas para lograr la reapertura del paso, que será decidida próximamente por los presidentes.

La venezolana Delcy Rodríguez y la colombiana María Ángela Holguín mantuvieron un encuentro en Caracas para tratar el tema y lograron ponerse de acuerdo para una apertura «paulatina», luego de casi un año de asperezas entre ambos Gobiernos por el cierre de la zona limítrofe decidido unilateralmente por Nicolás Maduro.

«Colombia hizo una propuesta que fue aprobada, que es la creación de la cédula fronteriza para los ciudadanos venezolanos y colombianos de la frontera, donde va a estar contenida la información fundamental de las actividades que se desarrollan» en la zona, declaró Rodríguez tras el encuentro.

La canciller chavista consideró que el documento hará más rigurosos los controles de seguridad, en el marco de lalucha binacional contra el contrabando de combustible, el narcotráfico y el crimen organizado.

«La propuesta de la cédula va a ser muy útil», señaló por su parte Holguín, confiando en que los acuerdos alcanzados por ambos gobiernos en varios ámbitos contribuirán a una«apertura segura de la frontera».

Las ministras, que se reunieron con Nicolás Maduro en la tarde, dijeron que la reapertura será decidida por éste y su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, en una cita cuya fecha y lugar serán anunciados en los próximos días.

Rodríguez indicó que las acciones acordadas preliminarmente, como la cédula y la instalación de gasolineras venezolanas en el lado colombiano, irán «creando el ambiente para una apertura gradual».

Sobre los expendios de combustible, la diplomática explicó que fue un planteamiento de Caracas y consiste en vender la gasolina venezolana -la más barata del mundo- en pesos colombianos.

Previo a la cumbre presidencial, autoridades militares y policiales de ambos países se darán cita la próxima semana en un sitio por confirmar, para evaluar cuestiones de seguridad.

«Posterior a esa reunión las cancilleres haremos el anuncio de la reunión de los presidentes, donde se tomarán decisiones muy relevantes para ambos países», subrayó Rodríguez.

 Esta semana, el régimen chavista habilitó estaciones en el estado Táchira para vender gasolina 160 veces más cara de lo que vale en el resto de su territorio, una medida que busca paliar el contrabando del bien subsidiado.

En las llamadas «estaciones de servicio alternativas», se vende desde el lunes el litro de gasolina de 91 octanos a 160 bolívares (25 centavos de dólar a la tasa oficial más alta), mientras en el resto de Venezuela cuesta 1 bolívar (0,0015 dólares).

En tanto, el combustible de 95 octanos, que cuesta 6 bolívares por litro (0,009 dólares), se expende a 180 bolívares (28 centavos de dólar) en las cuatro estaciones que, según la estatal petrolera Pdvsa, inauguran este «nuevo modelo de expendio».

Tras la entrada en vigencia de los nuevos precios, se empezaron a registrar largas filas en las estaciones que venden gasolina a precio regulado, donde se restringe el expendio a un cupo mensual a través de un chip asignado a cada vehículo.