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(ABI).- El vicecanciller, Juan Carlos Alurralde, aseguró el viernes que Bolivia está dispuesta a dialogar con Chile donde el vecino país lo decida, aunque indicó que mejor sería en los puertos chilenos, para constatar en el lugar las vulneraciones al Tratado de 1904 de libre tránsito.

«Es importante esta convocatoria al diálogo, nosotros habíamos dicho que puede ser en cualquier lugar, si es que es en Antofagasta o en Arica mucho mejor, porque ahí se puede ver in situ todas las vulneraciones que existen», dijo.

Alurralde recordó que la Cancillería boliviana envió una nota a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, en la que se la invita al diálogo para resolver una agenda amplia pendiente entre ambos países.

«Una agenda sin exclusiones que hemos denominado, que tiene muchos problemas y que debemos resolver», agregó.

El diplomático aclaró que aún no se recibió una respuesta de La Moneda, sobre esa invitación al diálogo, pero aseguró que Bolivia esperará «con paciencia» a que Chile decida aceptar la convocatoria.

«Ojalá que el Gobierno de Chile escuche no sólo la verdad que está del lado de Bolivia, sino también escuche a su pueblo, que quiere paz, hermandad, que no quiere confrontación, que quiere integración, ojalá el Gobierno de Chile tenga esa sabiduría de escuchar», complementó.

Chile y Bolivia mantienen un diferendo desde que, en 1879, una invasión chilena le arrebató al país andino amazónico 400 kilómetros de litoral y 120.000 kilómetros cuadrados de territorios ricos en minerales.

En 1904 ambas naciones firmaron el Tratado de Paz y Amistad, según el que Santiago se comprometió a conceder a Bolivia el libre derecho de tránsito comercial por su territorio hacia los puertos del Pacífico.

Sin embargo, en los últimos meses transportistas denunciaron el encarecimiento de las tasas portuarias en Arica y Antofagasta y los maltratos que reciben en territorio chileno, lo que afectó el traslado de la carga a ultramar.

Recientemente, se registró un altercado renovado por la defensa de las aguas del manantial del Silala, luego que Bolivia asegurara que ese caudal le pertenece y fue desviado artificialmente a Chile, que a su vez señala que es un río internacional.

Chile y Bolivia no tienen relaciones diplomáticas desde 1978 y mantienen representaciones consulares en sus respectivas capitales.