Es verdad que existen demasiados pendientes con la gente, hay muchas necesidades insatisfechas que parece seguirán así durante un tiempo largo… la salud, la educación y los servicios básicos son desafíos que toda autoridad enfrenta y por alguna razón se avanza muy poco, nos enfocamos en otros emprendimientos que son importantes pero no obedecen a una priorización que permita darles el lugar que les corresponde.
La construcción del hospital materno infantil, postergada por observaciones que han llevado a la rescisión del contrato con la empresa adjudicada ha hecho que los tiempos varíen considerablemente y sea incierta su concreción, no se conocen las razones exactas de esta determinación pero se escucha que se interpondrán medidas legales lo que prolongaría su ejecución. De hecho que si todo continúa como hasta ahora, se tendría que adjudicar lo restante a una nueva empresa. Es momento de darle certidumbre a la población que espera este emprendimiento con ilusión, ya que ayudará a desconcentrar el hospital general donde las estadísticas señalan que un índice más que importante de atenciones médicas están destinadas a madres y niños.
Tampoco se sabe que sucederá con el hospital oncológico, visto de inicio con mucha esperanza ya que Tarija presenta números alarmantes en relación a casos de cáncer, una enfermedad de origen desconocido, de muchos traumas para los dolientes y también la familia, que exige fuertes erogaciones de dinero al tener que viajar a otras ciudades del interior o exterior del país al no existir un lugar especializado en esta urbe. Son proyectos compartidos entre la Gobernación y el Gobierno, que ante el silencio reinante, habría condicionado lo que le corresponde por la demora y dilación.
Recientemente fue el Presidente de la Asamblea Departamental, William Guerrero, quien reflotó la ley 069 que establece la construcción de un nuevo hospital general, un nuevo San Juan de Dios, considerando que el actual ha sido rebasado en su capacidad y desatendido en su infraestructura y equipamiento, de hecho que esto sucede porque todo termina en este centro médico por una mala distribución de atenciones y derivaciones, desde un dolor de estómago hasta una cirugía mayor se recibe en el San Juan de Dios y eso lo ha llevado al colapso. Actualmente se encara su refacción y ampliación, millones de bolivianos destinados a una vetusta edificación que posiblemente deje de ser lo que es si se encara el nuevo proyecto.
Es tiempo de saber qué sucederá y qué lugar ocupan estas obras en la planificación gubernamental, no sólo se trata de la construcción sino del equipamiento y el personal que deberá trabajar en los hospitales mencionados, tareas que por el pesado aparato burocrático de nuestras instituciones y normas vigentes, no pueden tener la celeridad que se requiere. Entonces, obliga a avanzar con claridad y certeza pues de por si los tiempos no ayudan.