Noticias El Periódico Tarija

Ante la ausencia de respuestas que reflejen la verdad y transparenten su accionar como funcionarios públicos, existen quienes prefieren organizar «grupículos» que se encarguen de descalificar, insultar, calumniar, etc. a los que exponen y revelan sus irregularidades y/o delitos. Las redes sociales se han convertido en el medio ideal para este accionar cobarde y canalla de aquellos que no tienen el valor de «dar la cara y hablar de frente» desnudando su bajeza espiritual y de valores, por tanto, no merecedores de atención y respuesta. En muchos y en la gran mayoría de los casos, se trata de perfiles falsos, creados con alevosía y premeditación para hacer daño, lo triste es que a la mediocridad de quien ordena esos actos se le suma la vileza de los que acatan, operan y actúan de esa manera.


Incluso hasta medios de comunicación son aludidos y vilipendiados por aquellos que aprovechan la oscuridad del internet para trabajar suciamente desde abajo. Resulta interesante ver que a pesar de que estos nefastos sujetos incendian de odio y resentimiento lo que pueden, las personas de buena fe y preocupadas por su ciudad, región o país no se dejan llevar de la nariz y son más bien quienes ponen coto, ponen un alto, limites, a semejantes actos. La reacción de la mayoría cuando identifica la verdad, es defenderla de los mentirosos o de aquellos que buscan torcerla, la  gente de bien se ha convertido en la defensora de lo que es correcto, no porque nadie se lo diga sino porque su formación interior así se lo dicta. Las personas sanas que buscan siempre construir, no necesitan de quien les ordene qué hacer ni cómo hacerlo, simplemente saben hacerlo, sienten cómo hacerlo y lo hacen, esa es la gran diferencia con los esbirros que se dejan manipular sabe Dios porque mal olientes intereses.

Quienes de manera auténtica buscan un cambio pretendiendo el bien común, deben saber que no están solos, aunque parezca, de repente surgirán de la nada batallones de ciudadanos mejores que serán la vanguardia de la transformación positiva. Quienes insisten en el uso de métodos sucios y oscuros para esconder sus malos hábitos, deben darse la oportunidad de reflexionar y replantear, de comprender que la mala intención tiene y tendrá respuesta inmediata, efectiva, implacable, aplastando la mentira, desterrando la injuria, ahogando la hipocresía, asfixiando la infamia.