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(julio-27/2016) El Reino Unido y la República de Irlanda «tienen la voluntad» de mantener abiertas las fronteras entre ambos países al margen de la eventual salida del primero de la Unión Europea (UE), según dijeron ayer sus dirigentes.

La primera ministra británica, Theresa May, y su homólogo irlandés, Enda Kenny, se comprometieron en una reunión en Londres a negociar un acuerdo que permita preservar la llamada Área de Viaje Común, que cubre el Reino Unido, Irlanda y las islas de Man y el Canal de la Mancha y permite circular sin apenas controles de identidad.

Durante su primer encuentro en la capital británica desde que May accedió al cargo, el pasado 13 de julio, los dos coincidieron también en la importancia de «seguir impulsando el proceso de paz» de Irlanda del Norte, que tutelan los dos Gobiernos y el Ejecutivo autónomo de Belfast, a pesar del «brexit».

Al término de su entrevista en el 10 de Downing Street, May y Kenny ofrecieron una rueda de prensa conjunta, en la que condenaron el ataque de ayer en la iglesia de Saint Etienne du Rouvray, junto a la ciudad normanda de Ruán (Francia), en el que murió un sacerdote y los dos autores del crimen.

Sobre la libre circulación de personas en las Islas Británicas, May reiteró que nadie desea ver erigidas de nuevo las fronteras con estrictos controles del pasado y subrayó que «hay una gran voluntad» para preservar la libertad de movimiento.

«Como dije ayer (en una visita a Belfast), nos beneficiamos todos de un área de viaje común durante muchos años, antes de que ninguno de nuestros dos países fuera miembro de la UE», afirmó.

«Hay una gran voluntad por ambas partes de preservar esto, y, por lo tanto, debemos negociar un acuerdo que sea de interés común», señaló.

Para hacerlo posible, precisó, «debemos continuar con los esfuerzos para reforzar las fronteras externas del Área de Viaje Común; por ejemplo, con un enfoque compartido en la utilización de los datos de pasajeros».

 Irlanda trabajará estrechamente con Londres

 El primer ministro irlandés, Enda Kenny reiteró que el voto favorable a la salida de la Unión Europea en el referéndum británico del 23 de junio «no era el resultado que Irlanda quería», pero dijo que trabajará estrechamente con Londres «para conseguir el mejor resultado en las próximas negociaciones».

May, que en la campaña de la consulta defendió la permanencia pero con reservas, incidió en que el Reino Unido puede hacer que «el ‘brexit’ sea un éxito» y permita «ir hacia adelante y no retroceder», aunque admitió la «complejidad» de los asuntos que se plantean.