Hoy, he decidido pensar en la vida… en mi vida. He decidido que a partir de hoy, voy a cambiar algunos hábitos para ser cada día un poco más feliz.
Para empezar no voy a mirar atrás, lo que pasó ya es pasado y si me equivoqué, ya no puedo corregirlo. Lo que debo hacer, es reflexionar sobre mis errores para aprender de mi ayer.
Debo entender que no todas las personas que amo, me corresponden como a mí me gustaría; sin embargo a partir de hoy, seguiré amándolas sin intentar cambiarlas… es posible que si fuesen como yo quiero, dejarían de ser las personas que amo.
No pienso desistir de mis sueños… a partir de hoy, voy a luchar con más fuerza para que se cumplan, pero de forma diferente. No responsabilizaré a nadie de mi felicidad ya que yo soy el único responsable, voy a ser feliz ahora.
No me voy a deprimir porque lo que espero no sucede o porque no me dicen lo que quiero oír. Los problemas sin resolver y los que vendrán, los resolveré si puedo; y si no puedo, no me crearán tensiones ni ansiedad.
Dejaré de sufrir por lo que no puedo tener, por lo que no me dicen o hacen, por el tiempo que no tengo, y por pensar siempre lo peor. A partir de hoy, solo voy a pensar en cosas positivas.
A partir de hoy, no abusare de los hombros de mis amigos, en vez de ser una carga inconformista, me uniré a ellos para reír, cantar, y participar de su alegría y sus problemas. Intentaré ser yo mismo sin jugar a ser perfecto, sin sonreír por compromiso, ni decir palabras o frases que ellos quieren oír.
A partir de hoy voy a vivir mi vida sin miedos… seré yo.
A partir de hoy, agradeceré por la vida que tengo y por la oportunidad de seguir aprendiendo para ser mejor persona cada día.