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(INFOBAE) El joven sirio que se inmoló este domingo frente a un bar en el sur de Alemania, en la ciudad de Ansbach, hiriendo a 15 personas, dejó un mensaje en su teléfono celular en el que declara su lealtad al autodenominado califa del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi.

Había grabado en su teléfono móvil un video en el que amenazaba con un atentado en nombre del Islam, informó hoy el ministro de Interior del estado federado de Baviera, Joachim Hermann.

«En el móvil del hombre se encontró un vídeo con una amenaza en árabe en la que, según una traducción provisional, anuncia un atentado contra Alemania en nombre del Islam», dijo Hermann en conferencia de prensa.

Materiales explosivos en su albergue

La Policía alemana ha hallado diversos materiales susceptibles de ser utilizados para fabricar bombas en la habitación que ocupaba en un albergue de Ansbach el solicitante de asilo sirio que ayer se mató al detonar un artefacto explosivo con el que hirió a quince personas.

En rueda prensa para presentar los últimos detalles de la investigación, la Policía explicó que encontraron, entre otros materiales, un bidón de gasolina, ácido clorhídrico, pilas, alambres y guijarros, además de un ordenador portátil con imágenes de violencia relacionadas con el grupo terrorista Estado Islámico.

En hombre, que contaba hasta con seis perfiles en Facebook, tenía además un ordenador portátil con imágenes de violencia relacionadas con el grupo terrorista Estado Islámico, dos teléfonos móviles, varias tarjetas SIM y un «fajo de billetes de 50 euros».

La explosión, que lanzó piezas de metal a veinte metros de distancia, le destrozó la aorta, el pulmón y el hígado y murió de forma inmediata.

En la autopsia se ha descubierto que el hombre, originario de Alepo y de 27 años, tenía «heridas de guerra» en las piernas y los pies, aunque Fertinger señaló que todavía hay que investigar si había participado en combates en su país.

Deportación demorada

Más temprano, las autoridades informaron que el individuo había llegado hace dos años a ese país pero iba a ser deportado a Bulgaria, aclarando que los ciudadanos sirios no pueden ser deportados directamente a su nación de origen debido a la situación allí.

El suicida continuaba viviendo en Alemania con el status de «tolerado», porque la legislación germana prohíbe expulsar personas a países en donde tiene lugar una guerra civil.

El vocero del Ministerio del Interior germano, Tobias Plate, dijo no poder precisar «en este momento por qué» no se completó la deportación del hombre de 27 años, que no había logrado obtener asilo en Alemania. Ni tampoco estaba claro para cuándo estaba prevista su deportación.

La solicitud de asilo del suicida se había rechazado hace un año. El hombre, que no fue identificado, había recibido atención psiquiátrica varias veces, dijo el ministro bávaro del Interior Joachim Herrmann, incluido tratamiento tras haber intentado suicidarse en un par de ocasiones. La Policía agregó que también se le había fichado por posesión de drogas.