QUITO, Ecuador
Interminables filas se formaron el lunes para obtener un boleto para ver el partido de ida de la final de la Copa Libertadores del miércoles entre Independiente del Valle y Atlético Nacional de Medellín, en medio de un ambiente de optimismo en el equipo ecuatoriano.
Miles de aficionados durmieron en la calle la noche del domingo para buscar a primera hora del lunes un boleto para la final, mientras que los colombianos que han llegado a suelo ecuatoriano no dudaron en hacer fila en la madrugada.
Las entradas salieron a la venta en la pequeña población de Sangolquí, a 45 minutos de la capital, sede de Independiente.
El uruguayo Pablo Repetto, técnico del Independiente del Valle, dijo sentirse «asombrado por las inmensas filas que se han formado … motiva que la gente vaya a llenar el estadio, vi las colas impresionantes. Nos da una gran alegría, ni hablar del apoyo que nos dan en la cancha. Sin ese apoyo no estaríamos ahora en la final».
«En la previa hay favoritos, pero el mejor será campeón. En una final nadie se confía», destacó.
Añadió que «no somos más que nadie pero tampoco menos que nadie… no tenemos problemas, dijeron que nos iba a afectar la Bombonera (en el partido ante Boca Juniors) pero jugamos de igual manera».
El partido, el primero de dos por la final, está previsto para las 19.45 (0045 GMT) en el estadio Atahualpa de Quito.