(INFOBAE) Colombia descartó volver a abrir un corredor humanitario en la frontera con Venezuela, cerrada por Caracas por motivos de seguridad desde hace casi un año, para que los venezolanos puedan abastecerse de productos escasos en su país, dijo este lunes la cancillería.
«No se va a repetir una jornada adicional como estas que han pasado en los últimos dos fines de semana. Vamos a trabajar para que ya la próxima apertura sea una apertura definitiva. El próximo fin de semana no habrá paso», dijo la canciller colombiana, María Ángela Holguín, en rueda de prensa en la limítrofe ciudad de Cúcuta (noreste).
La funcionaria afirmó que ambos países trabajan para «tener una frontera organizada, una frontera legal, una frontera migratoriamente efectiva pero que quede abierta ya permanentemente».
«Ese es el trabajo que estamos haciendo con el gobierno venezolano, y aspiramos a que sea en un corto tiempo» que se habilite la apertura definitiva del paso limítrofe, agregó.
Según las autoridades colombianas, entre el sábado y domingo pasados cruzaron la frontera común 123.000 venezolanos para comprar alimentos y medicinas, tras una autorización temporal de Caracas. El domingo 10 de julio lo hicieron unas 30.000 personas.
Holguín sostuvo que el gobierno de Juan Manuel Santos está dispuesto a recibir a los venezolanos que quieran comprar en Colombia, pero enfatizó que solo permitirá el ingreso y la permanencia de extranjeros «de manera legal».
«Las personas que no tengan al día sus papeles serán expulsadas», advirtió la canciller, quien confirmó un encuentro en las próximas semanas con su homóloga venezolana, Delcy Rodríguez, en un lugar a definir.
El cierre de la frontera fue decretado por el presidente Nicolás Maduro en agosto de 2015 tras un ataque de supuestos paramilitares colombianos contra una patrulla militar venezolana que dejó tres heridos en la ciudad de San Antonio, fronteriza con Cúcuta, lo que también generó tensiones entre ambos gobiernos.
Venezuela vive una fuerte crisis política y social, con una escasez de 80% de los alimentos y la inflación más alta del mundo (180,9% en 2015), además de una desaforada criminalidad, que motivan el rechazo a Maduro, cuyos niveles de apoyo rondan un 25%.