AGENCIAS
(julio 18/2016) Turquía amplió el domingo una purga contra sospechosos de alentar un fallido golpe militar, al elevar a 6.000 el número de personas detenidas en las fuerzas armadas y el poder judicial, mientras el Gobierno sostiene que mantiene por completo el control del país y de su economía.
Partidarios del mandatario Tayyip Erdogan se congregaron frente a su casa en Estambul para pedir que quienes se alzaron contra el Gobierno afronten la pena de muerte, que Turquía derogó en 2004 como parte de sus esfuerzos para sumarse a la Unión Europea.
«No podemos ignorar esta demanda», dijo Erdogan a la multitud. «En las democracias hay que hacer lo que pide el pueblo».
Imágenes en las redes sociales mostraban a soldados detenidos sin ropas de la cintura hacia arriba y a algunos usando solamente ropa interior, esposados en el piso de un complejo deportivo en Ankara.
Algunos políticos europeos también han expresado inquietud por el futuro de un acuerdo entre la UE y Ankara que ha ayudado a reducir el número de inmigrantes que cruzan la frontera turca para llegar a la vecina Grecia.