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La policía turca inició hoy redadas en las sedes de las dos máximas instancias judiciales del país en Ankara para detener a magistrados sospechosos de haber apoyado el fallido golpe de Estado el pasado viernes.
Según informa la agencia semipública Anadolu, los agentes están registrando las oficinas del Tribunal Supremo (Yargitay) y del Consejo de Estado (Danistay), la máxima instancia judicial administrativa, con listas de personas.
Algunos jueces fueron detenidos directamente en la entrada de las cortes, entre ellos Osman Sanal, el fiscal de Ergenekon, un macrojuicio que duró de 2008 a 2014 y durante el que fueron condenados cientos de altos cargos militares acusados de conspiración golpista.
En abril pasado, el Tribunal Supremo anuló todas las condenas y el Gobierno ha acusado a los simpatizantes del predicador exiliado Fethullah Gülen de fabricar las pruebas para destruir la buena imagen de las Fuerzas Armadas.
Las redes de Gülen son también las acusadas de instigar el golpe de Estado del viernes pasado y las detenciones en la Judicatura forman parte de una purga anunciada por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para eliminar la influencia de esta cofradía, hasta 2013 aliada del Gobierno islamista.
En total hay orden de detención para 140 jueces del Tribunal Supremo, 48 del Danistay y cinco del Consejo Supremo de Jueces y Fiscales, el cuerpo que decide sobre los nombramientos en la Judicatura.