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(ABI).- El canciller boliviano David Choquehuanca denunció en el puerto chileno de Arica, que Bolivia utiliza para su comercio exterior, la violación flagrante por parte de Chile del principio de libre tránsito contenido en el bilateral Tratado de 1904, en una visita que realizó este lunes en condiciones adversas al terminal marítimo donde recibió trato que no se condice con su investidura.

«Este libre tránsito lo han convertido, lamentamos y quiero decirlo, en un verdadero negocio», denunció Choquehuanca luego de inspeccionar el terminal portuario de Arica, por donde la mediterránea Bolivia embarca y recibe el grueso de su comercio exterior.

Choquehuanca y una delegación de autoridades, que incluye a los presidentes de la bicameral asamblea legislativa boliviana, Gabriela Montaño y Alberto González, llegaron este lunes a Arica, tras recorrer por tierra unos 700 km que distan desde La Paz y dijeron comprobar los saltos que la administración privada del puerto se ha permitido con la carga y los transportistas bolivianos en contravención al precepto de libre tránsito de personas y mercaderías.

El libre tránsito a la carga boliviana está estipulado en el Tratado de 1904 que dejó mediterránea Bolivia y que valió a Chile la adición de 400 km lineales de costa y 120.000 km2 de territorios que desembocan en el mar Pacífico, que antes de 1879 pertenecieron a la soberanía territorial boliviana.

Arica misma formó parte de la soberanía de Perú, que resignó, además de esta región, la de Iquique, tras la guerra de posiciones que ganó Chile entre 1879 y 1883.

«En la visita que hemos podido realizar hasta el momento hemos identificado un gran número de normas que afectan al libre tránsito boliviano y que nunca han sido acordadas con Bolivia. Entre estas queremos mencionar algunas de estas normas, impuestos (aplicados) unilateralmente a los transportistas» bolivianos, dijo después de visitar el puerto y tras esperar más de 6 horas a que las autoridades del terminal portuario le franquearan el paso, en una actitud estimada lo menos de descomedida.

En un trato denunciado de indigno a su investidura de canciller de Bolivia, por parte de medios bolivianos que cubren la tensa visita oficial a Arica y más tarde a Antofagasta, Choquehuanca dijo también haber conversado con grupos de camioneros bolivianos que le acercaron sus quejas sobre la aplicación de impuestos y multas que contravienen abiertamente el Tratado de 1904.

«Hemos conversado con más de 2.000» transportistas bolivianos, algunas centenas de ellos librados en plena carretera altiplánica, gélida en esa época invernal del año, a la condición de esperar trámites engorrosos cerca de la frontera en Chungara (Chile), donde hacían largas filas, deploró.

La visita del jefe de la diplomacia boliviana, que pareció erizar a la diplomacia chilena y perturbar a La Moneda, se registró en momentos en que la administración privada del puerto de Arica ha instrumentado una serie de trámites onerosos para los transportistas bolivianos, con un fuerte contenido de abuso y discriminación.

El puerto de Arica se financia, mayoritariamente, con el comercio exterior de Bolivia.

«Exigencia de formularios, de control de productos tildoagropecuarios en tránsito en Chungara. Hemos estado en Chungara, hemos visto una larga fila de más de 100 movilidades y no sólo esa larga fila, sino estas exigencias de formularios, de control de productos tildoagroepacuarios, que están en Chungara; obligación de que los transportistas contraten representantes legales chilenos (en todo caso), además de fiscalización de ECULADI, de imposiciones de multas», describió Choquehuanca.

Una semana después de que Chile presentara su contramemoria para contestar la demanda boliviana por una salida soberana al mar Pacífico, radicada ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Choquehuanca deploró con énfasis los cobros unilaterales a cargas especiales de Bolivia, para encarar su proceso de industrialización.

«Largos trámites de altos costos para transportar carga especiales de los proyectos de industrialización de Bolivia y les prohíben a los transportistas bolivianos llevar carga de ultramar a este extra puerto y a recoger contenedores vacíos para consolidar carga. Cobran a transportistas bolivianos por concepto de multas aprovechándose de las largas colas en puerto» denunció el canciller boliviano.

Bolivia y Chile carecen hace 40 años de relaciones diplomáticas, precisamente por la mutilación geográfica boliviana tras la invasión militar a entonces su puerto de Antofagasta, a mediados de febrero de 1879.

Camino a Chile, Choquehuanca y los componentes de la misión boliviana comprobaron el domingo en terreno también las obras de ingeniería para el desvío unilateral del binacional Río Lauca, por parte de Chile, que derivó en la primera ruptura de relaciones diplomáticas de 1961.

Además de la demanda marítima boliviana, que juzga la CIJ, tribunal de la Organización de Naciones Unidas para la resolución pacífica de controversias, La Paz intenta cobrar en esa instancia internacional la utilización de aguas manantiales nacidas en su territorio y que fluyen desde 1908 a Chile, por un sistema artificial de acueductos.

Chile ha alegado que se trata de un curso de agua sucesivo y pedido a la CIJ un fallo técnico sobre el asunto que engloba 13 billones de metros cúbicos de agua que discurrió a territorio septentrional chileno sin contraprestación alguna.

En el momento más álgido de la siempre ríspida relación bilateral de los últimos tiempos, Choquehuanca se apresta a viajar, también por tierra, al puerto de Antofagasta, por donde Bolivia embarca sus exportaciones de minerales y donde también el administrador privado ha denunciado la instrumentación de condiciones que adversan la cláusula de libre tránsito del Tratado de 1904.

La Paz viene de denunciar ante la Asociación de Libre Comercio e Integración de Latinoamérica las recurrentes violaciones por parte de Chile al Tratado de 1904, cuya intangibilidad reclama Santiago para negar en rotundo la concesión de un puerto soberano a Bolivia en el Pacífico.