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Carlos Miranda

 El actual contrato de venta de gas a Brasil fenece el 2019, por eso se han iniciado las negociaciones para uno nuevo.  No es de extrañarse la antelación de estas negociaciones si uno toma en cuenta que para el contrato actual se demoró más de 10 años.

Mientras transcurría el contrato, han sucedido cambios importantes en  el sector energético. Las estadísticas mundiales de energía muestran que la producción y consumo de gas natural continúan en ascenso. A la producción comercial de gas y petróleo ahora se suman las de  gas y petróleo de lutitas (shale gas & shale oil), términos que ni se conocían en los 90 del siglo pasado.

 Los precios del petróleo que llegaron a los $us 100/barril, han sufrido una gran caída, están ahora alrededor de los $us 50/barril. En todo este proceso, los precios del gas disminuyeron en forma paralela.

 Regionalmente,  si bien Bolivia continúa siendo el único proveedor internacional por gasoducto, Brasil, Argentina y Chile han adoptado la producción de LNG de ultramar para completar su demanda. Brasil tiene  campos de gas en el PreSal pendientes de explotación.  Argentina se ha convertido en un neto importador de gas,  buscando el autoabastecimiento explota con poco éxito grandes yacimientos de shale gas descubiertos en su territorio.

 En ese mundo diferente, Brasil y Bolivia están negociando.  En los 90 del siglo pasado el gas boliviano era la única opción para el mercado brasileño, ahora ya no, pero es el más barato. Adicionalmente Brasil ha comentado su deseo de incluir en las negociaciones, la construcción de presas en el Rio Madera y la comercialización de urea boliviana conjuntamente con la de su planta de Tres Lagunas.

 Los ingresos por venta de gas del contrato que expira el 2019, nos ha convertido en un país cuya economía depende de sus exportaciones de gas. Adicionalmente estamos concluyendo la construcción de una planta de urea sin contar con mercados asegurados.

 Los deseos boliviano y  brasileño de celebrar un contrato de venta de gas a largo plazo, tropiezan con una enorme dificultad: el volumen de las reservas bolivianas de gas. Las cifras que muestra el gobierno no dan el confort necesario para una operación a largo plazo.

 Cuando celebramos el primer contrato, no se tenía reservas probadas por la totalidad del volumen contratado. La presencia de Petrobras en San Alberto, dio el confort para tener la certeza que se descubriría el gas necesario para todo el contrato. Ahora, lamentablemente, esa no es la situación. Por cerca a 10 años no se ha podido hacer un descubrimiento importante de gas ¿Por qué?

 El encontrar campos productores requiere un ambiente legal apropiado, inversiones y expertise. Esos dos últimos atributos son los que generalmente trae consigo la inversión extranjera.

 Por efecto de la llamada “Nacionalización” no se han tenido, hasta la fecha, inversiones extranjeras en búsqueda de hidrocarburos. La caída del precio del petróleo, iniciada el 2015, ha endurecido aún más los criterios de inversión por las empresas petroleras en nuestro país.

 Como YPFB seguirá invirtiendo en exploración, tenemos que lograr que los efectos de la caída de los precios del petróleo trabajen a nuestro favor.

 Se estima que más o menos 70 mil profesionales han tenido que dejar de trabajar en la industria petrolera por los recortes presupuestarios de las empresas. Exploración ha sido la actividad más afectada.

 YPFB debería aprovechar esta coyuntura para captar un grupo seleccionado de estos profesionales y conjuntamente con los existentes armar un equipo de primer nivel dedicado a la exploración. El YPFB Corporativo tiene pocos años de vida y por tanto su personal es joven y con poca experiencia. La incorporación de personal con experiencia para que trabaje conjuntamente con el actual daría resultados positivos en exploración y es la mejor forma de lograr transferencia tecnológica.

 La inyección de gente experimentada en exploración de YPFB haría posible encontrar reservas que den confort a Brasil. Además ese equipo mixto es indispensable para encontrar 10 a 15 TCF adicionales de gas, que probablemente sean en el área no tradicional. YPFB debe ingresar a esa área nueva a efectuar estudios y trabajos, con el mejor personal que pueda conseguir.