Raúl Pino-Ichazo Terrazas
(Abogado Corporativo, postgrado en Arbitraje y Conciliación)
Informar con rigor sin sensacionalismos y sin morbo, ayudando a la información con conocimiento científico es fundamental para prevenir réplicas de suicidios, homicidios y feminicidios; este último ilícito grave ha asumido estadísticas aterradoras en nuestro país y en la mayoría de países iberoamericanos.
Focalizar el objetivo es poseer la capacidad de comunicación tanto verbal, escrita para que se pueda comunicar sobre estos escabrosos temas y, que la persona o personas, que están sufriendo y su sensibilidad se encuentra a flor de piel, esta carencia de destreza en la producción de la información no produzca, en espíritus abatidos por el dolor, la complejidad de la vida misma y la desesperanza, el detonante para penetrar en el umbral del atrevimiento e interrumpir sus vidas.
Cuando se informa sobre un suicidio, homicidio o feminicidio, además de la rigurosidad en la concepción de la información, debe cerrarse la misma con un mensaje sobre la importancia de vivir y a preservar la vida. De esta forma se aprende a escuchar y detenerse en la morbosa inclinación, generando una reflexión que es el detente para evitar la pérdida de otras vidas cuando se lee o escucha una información de esta naturaleza.
A las personas que sufren y leen esta naturaleza de información que no ha superado el margen necesario de la rigurosidad, el cuidado en la elección de los términos , como se describe líneas arriba, les sobreviene la crisis por su propensión y, esta crisis es breve, siendo su característica la dualidad o también la abstracción, porque en realidad, las personas no quieren morir, sino lo que no quieren es vivir como están viviendo, con ese dolor y esa infravaloración a la vida, sin embargo, si están expuestas a una información sensacionalista puede constituir la misma el empujón faltante para la fatal decisión.
Se puede cumplir con el deber de informar sobre un suicidio, homicidio o un feminicidio jugando al joven Werther de Goethe, aquel joven romántico que se suicida por su amor platónico y que conduce a la imitación. Por esta razón no deben incluirse en las informaciones de esta naturaleza especifica los detalles morbosos, excitables y susceptibles a imitación, porque está demostrado estadísticamente que cuando aparecen las noticias de esta forma se producen replicas a los 3 o 4 días del suceso y luego a las dos o tres semanas.
Como corolario el lector se preguntara como se deben presentar las noticias de este tipo y, la respuesta concluyente y comprobada estriba en no presentarlas en la portada de un periódico, peor encuadradas y en colores o al inicio de un telenoticiero para cautivar la atención, evitar que sean titulares de suicidio, homicidio o feminicidio, y no abusar de adjetivos establecidos en el lenguaje coloquial.