Eduardo Claure
Una AGENCIA DE DESARROLLO LOCAL (ADEL), es un servicio funcional ofrecido en diversos países por las organizaciones y entes públicos locales, dedicadas fundamentalmente a las tareas de intermediación y de promoción y apoyo al desarrollo económico, a través de acciones de diagnóstico, animación empresarial, formulación de proyectos de inversión, difusión tecnológica, comercialización, financiación y desarrollo de recursos humanos, así como a la canalización y gestión de la información sobre actividades productivas, nuevas tecnologías y sociedad de la información, mercados emergentes, oportunidades de comercialización y nuevos yacimientos de empleo.
En este contexto, grata es la noticia dada -en la posesión del renovado gabinete del electo Gobernador Adrián Oliva- en días pasados y señalado por Rubén Ardaya responsable de Gestión Institucional, así como una rápida e improvisada entrevista con el responsable del desarrollo local difundida por un medio impreso, Óscar Farfán Mealla, Delegado para la constitución de una Agencia de Desarrollo Local, quienes en concreto en ambas intervenciones, dieron a conocer del cambio de dirección en lo que significará a partir de ahora, la nueva visión del desarrollo departamental y local.
El objetivo de una Agencia de Desarrollo Local (ADEL), es construir las capacidades institucionales y productivas de un territorio definido, una región o municipalidad, en este caso el departamento, para mejorar su futuro económico y la calidad de vida de sus habitantes. Esta definición nace de un consenso entre diversas instituciones globales tales como el Banco Mundial, Naciones Unidas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) y CAF –Banco de Desarrollo de América Latina–, así como de académicos y profesionales con experiencia en el área.
La nueva misión, seguramente quedará afincada en un conjunto de servicios y programas de orientación al desarrollo, empleo y formación dirigida a mejorar las posibilidades de acceso al empleo, servicios dirigidos al fomento del espíritu empresarial y de la economía social donde la concurrencia calificada de recursos sea uno de sus pilares.
En este sentido, la política a desarrollarse consistirá –seguramente- en una serie de programas interrelacionados, que engloben la totalidad del proceso en búsqueda de empleo, la formación ocupacional necesaria para la inserción laboral de desempleados -80% de nuevos titulados universitarios está desempleado- el apoyo a emprendedores unipersonales y asociados y especialmente a empresas, la generación de espacios y servicios a nuevos emprendedores a través de los Centros de Iniciativas Empresariales, el desarrollo de espacios territoriales definidos como la ciudad, los municipios y/o comunidades, la implantación de las TIC mediante centros especializados y programas de formación e información, así como la consecución de programas departamentales y/o provinciales con soporte nacional o externos para cofinanciar las actuaciones planificadas en este nuevo contexto por el desarrollo.
Una nueva visión -ausente el último lustro pasado y perdido que ojala quede nada más como un mal recuerdo- de la nueva ADEL tarijeña, será la de convertirse en un referente de excelencia como institución que fomente el acceso al empleo y el espíritu empresarial, la cultura emprendedora e innovadora de la Gobernación, los Municipios y la Región del Gran Chaco, así como referente en la calidad del servicio prestado y transparencia en las actuaciones.
Esta ADEL tarijeña, desplegará nuevos valores -a nuestro entender- como el compromiso social, mediante la gestión de sus actividades analizando la situación del mercado para diseñar los recursos necesarios, en materia de formación y empleo, que permitan ajustarse a las necesidades laborales actuales. No estará ausente un sistema de gestión de calidad, manteniendo el compromiso de satisfacer los requisitos establecidos y la mejora continua en los niveles de calidad de los servicios que preste. La innovación, ayudando a los usuarios para alcanzar sus metas proveyéndoles servicios y soluciones innovadoras. Será vital la comunicación permanente y fluida con las entidades que se involucren en las áreas del desarrollo: empleo, formación, desarrollo empresarial e inversiones público privado, local, departamental, nacional y externo. Otro valor -sin duda- será la transparencia y la profesionalidad en todas sus actuaciones, el trabajo con respeto y la tolerancia, elementos ausentes en la pasada gestión interina que tanto daño ha causado al departamento. Seguramente pronto Tarija dispondrá de una calidad en la gestión pública y por qué no también privada, por la adecuada asignación de recursos humanos, tecnológicos y financieros necesarios para la implantación de un sistema de gestión de calidad que estructurará e integrará la organización de la ADEL, para la consecución de los objetivos de la mejora continua que se vaya a plantear como futuro para Tarija.
Una ADEL, es un instrumento al servicio de los ciudadanos e instituciones, cuya función principal es la de planificar y gestionar todos aquellos aspectos que favorezcan el desarrollo socioeconómico local, cuya función principal es la de planificar y gestionar todos aquellos aspectos que favorezcan el desarrollo de un municipio, provincia o departamento. Así, se pretende alcanzar unos mayores niveles de crecimiento económico y de ocupación, mejorando con ello el bienestar de la población, además de promover y gestionar diferentes iniciativas de desarrollo económico, fundamentalmente.
Sus funciones –seguramente serán también- la detección de recursos ociosos o infrautilizados, de proyectos públicos y privados de promoción económica local e iniciativas innovadoras para el desarrollo que se hubiesen quedado a medio camino por diversas razones; tendrá seguramente que ver con un análisis de la realidad de la pobreza territorial departamental; generará como debe ser, las estadísticas departamentales reales y confiables; generará un clima de confianza y certidumbre necesarios para emprender acciones que tanto falta le hacen a Tarija. Bienvenida ADEL.