Noticias El Periódico Tarija

Hace algunas semanas atrás cuando estalló el escándalo de la Chanchería de Pampa Galana, encontramos una actitud nada pro activa en el Municipio de la ciudad de Tarija y la provincia Cercado, intervenciones de funcionarios de jerarquía desinformando a la gente, diciéndole verdades a medias, intentando echar toda la responsabilidad a otra gestión de la que irónicamente también fueron parte. La ausencia permanente del Alcalde en un tema tan serio, como rehuyéndole al problema, no asumiendo ni dando la cara ni respuestas coherentes sobre lo que estaba pasando y lo que se debía hacer de inmediato, permitiendo que subalternos sean los que salgan a aclarar las dudas… profundizándolas más todavía. La aparición del Gerente de la Entidad Municipal de Aseo (EMAT), Rolando Ruiz, fue patética, afirmando que el botadero municipal cumplía con los requerimientos exigidos, negando que hayan cientos de chanchos alimentándose de basura sin seleccionar, más bien sosteniendo que sí se la seleccionaba y enterraba, queriendo restarle credibilidad a medios serios como «el Periódico» y Canal 15 diciendo que las imágenes y videos mostrados públicamente fueron tergiversados y no respondían a la realidad de los hechos… en fin, una sarta de palabras que cayeron como un insulto a la inteligencia de la población. De por medio el show de crear un Comité Interinstitucional que no hizo nada más que tratar de desmerecer a quienes denunciaron semejante atrocidad.


Fue la concejal Ana Sorich la que de manera valiente, visitó el lugar con un grupo de periodistas para mostrar la realidad, que existen centenas de criaderos de cerdos que funcionan de manera clandestina, que hay escuelas muy cerca del vertedero, que a esas escuelas van niños y jóvenes en medio de olores nauseabundos, que existe una norma que prohibe la presencia de estos criaderos dentro del área urbana y no se cumple… y, esto fue lo más contundente, que los chanchos que ya no se veían comiendo en el basural durante el día, tal como lo mostró el gerente de EMAT, lo estaban haciendo de noche, aprovechando el camuflaje de la oscuridad. De ahí nos quedó esa duda pues fue tan desfachatada la actitud del señor Ruiz que nos preguntamos ¿ qué había pasado con los cientos de porcinos?, ¿ habían desaparecido de la noche a la mañana?, ¿ de qué se alimentaban desde entonces?, ¿cómo hacían sus dueños para criarlos sin tener esa enorme fuente de alimento putrefacto y posiblemente contaminado a disposición?.

Un equipo de «el Periódico» en el marco del seguimiento e investigación, comprobó que efectivamente los cerdos siguen existiendo, están vivitos, coleando y comiendo… que siguen en Pampa Galana, que siguen alimentándose en el basurero municipal, que la basura no es enterrada como dice el gerente de EMAT, que no se hizo absolutamente nada para prevenir la posible contaminación de estos animales con desechos de toda clase y que ahora lo hacen en la noche, piaras de cerdos comienzan a aparecer e ingresan al vertedero por lugares cuyos propietarios ya conocen y están disimulados para engañar. Resulta que se le estuvo y se le está mintiendo a la gente, resulta que ahora los chanchos comen de noche, que la alcaldía no dispuso mecanismo alguno de control para evitar su ingreso a la hora que sea… en una muy extraña, sospechosa y permisiva conducta, es como si hubieran preferido mirar hacia otro lado mientras los cientos de porcinos ( el SENASAG hizo un censo y dice que son miles en la zona) siguen engordando con las inmundicias de la ciudad, representando un peligro latente para la salud pública ya que van a parar a algún mercado, frial o restaurante, porque si también quieren hacerse de la «vista gorda» en esto… nos parece que vuelven a insultar el sentido común del ciudadano.

Se ha develado mas que una duda razonable de posibles ilegalidades y barbaridades en la administración del botadero a cargo de EMAT y por su puesto de su Gerente y tal vez otros funcionarios… lo que nos preocupa ahora,  es saber si el Alcalde Rodrigo Paz es parte de toda esta vergüenza, si conoce lo que sucede y si lo permite, si está dispuesto a socapar las acciones de su Gerente, si va a dar la cara y poner el pecho por él y no por la gente, mientras su salud es expuesta y descuidada con acciones tan cuestionables. Esta vez el Alcalde no puede rehuirle a su responsabilidad de poner orden en el municipio, de tomar decisiones serias, de demostrarle al pueblo que es capaz de tomar esas decisiones, que tiene el carácter suficiente para no tolerar irregularidades de ésta envergadura y que no está dispuesto a cargar con las culpas de nadie que afectan su gestión y, lo que es peor, exponen a todo un pueblo que de manera ingenua e inocente confía en sus autoridades.