ANDRÉS TÓRREZ TÓRREZ
Era un secreto a voces, hasta que ayer el Comité Ejecutivo de la F.B.F. determino poner fin a la era de Julio César Baldivieso al frente de la Selección Nacional de Fútbol, tras apenas 10 meses, en los que los resultados fueron lapidarios y su permanencia plagada de polémicas.
Pero no solo su gestión estuvo signado por los magros resultados, que gobiernan el mundo del fútbol, también caracterizaron su gestión, el desgastante y diario contacto con los medios de prensa, donde el ex – seleccionador incurría en algunas verdades y mentiras, la mayoría de las veces- para justificar los pésimos resultados deportivos.
LAS VERDADES
La muletilla más habitual de Baldivieso, era que “nunca le dieron las condiciones mínimas, tanto materiales como humanas, para el cumplimiento de su trabajo y que afrontaba los compromisos –eliminatorias y Copa América- con escasos días de anticipación”, abriendo el paraguas antes de que empiece a llover.
Este problema –falta de tiempo- lo tienen todos los seleccionadores sudamericanos, pero como Bolivia tiene la base en los jugadores de los clubes nacionales, es más grave, que por ejemplo lo tiene Argentina, cuya base está formada por jugadores que actúan en Europa, por lo que es necesario tomar en cuenta para el futuro.
Es una verdadera vergüenza y Baldivieso tiene toda la razón, cuando puntualiza que Bolivia es la única selección que no tiene un predio donde se pueda hacer un trabajo específico, debiendo mendigar un campo de juego sin las condiciones adecuadas, con la sensación de ser inquilinos en su propio país.
LAS MENTIRAS
Baldivieso insistió hasta el cansancio, en que su proyecto era para el futuro y por eso convocaba a jugadores juveniles, con visión de futuro, a los que se debía esperar para apreciar los resultados, en este página les ofrecemos el detalle de los 37 jugadores que utilizó durante los 11 paridos que jugó la selección
Una total mentira, porque todos los jugadores, ya tenían experiencia anterior en la selección, con la excepción de Algarañaz, que no es precisamente un juvenil, es que no es lo mismo convocar a jugadores jóvenes para los micro-ciclos y a la hora de los partidos, apelar a los conocidos de siempre.
Increíblemente el que más desconfiaba de la capacidad de los jugadores de la selección, era el propio Baldivieso, que cuando se le cruzaba un periodista extranjero, desgranaba sus dichos sin cloroformo, quizás para quedar bien o para aparecer como muy pragmático, o por pasarse de vivo.
Sea lo que fuera, 2 referentes de la selección, Ronald Raldes y Marcelo Matins, no aguantaron y se auto-marginaron, sin lograr que el entrenador tenga una pisca de autocrítica, para dar un giro a su manera de ser, que en definitiva le costaron el puesto.
Julio César Baldivieso, ya es historia y ahora se viene otra etapa para la selección, ojalá que el remedio no sea peor que la enfermedad, un amigo futbolero –por cierto- nos decía “a la selección no la salvan ni Menotti ni Bilardo juntos, porque no hay jugadores de nivel internacional”, será cierto lo que afirma, no queda otro remedio que el tiempo nos de la respuesta.