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Los artículos chinos amenazan el sector textil no sólo en Bolivia, y específicamente a la Empresa Pública Nacional de Textiles (Enatex) a la cual llevaron a la quiebra, sino a todas las industrias textiles de América Latina.

Estos textiles chinos contaminan no sólo el ambiente y la salud sino, como lo vemos hoy, las relaciones laborales y políticas.

Cada vez más empresarios y empleados de América Latina se muestran preocupados por la expansión creciente de ropa barata de fabricación china en el mercado, que causa pérdidas de puestos de trabajo y crea competencia absolutamente desleal.

La tendencia general en Bolivia con el consumo de textiles chinos es destruir su más valiosa industria textil nacional y la existencia de ingeniosos y sacrificados artesanos.

La industria textil boliviana debería ser protegida y convertirse por su calidad en uno de los  mayores exportadores de América Latina y emplear a decenas de miles de personas. Pero, se abrió las puertas a demasiados artículos  hechos en China, especialmente textiles.

La industria de la confección de Bolivia y otros países de América Latina se ha visto muy afectada por las importaciones chinas, hace urgente falta a que Bolivia ponga restricciones estrictas sobre la ropa china importada. Aunque China y Bolivia firmaron acuerdos de „libre comercio“, la industria textil debería quedar fuera del mismo para evitar la destrucción de Empresas como Enatex.

Urge como solución a los problemas de despido de trabajadores textiles,la cláusula proteccionista, para no sufrir la presión de la industria de confección china. Se debería considerar iniciar una investigación ‘antidumping’ sobre casi toda la ropa y productos textiles. El impacto de ropa china en Bolivia y en otros países latinoamericanos como Perú reflejan las tensiones entre el ascenso de China y la destrucción de la industria nacional.

China y la conquista de los mercados latinoamericanos

„Los datos oficiales de Perú muestran que de 2005 a 2012, más de 14.000 fábricas textiles y de ropa fueron cerradas y más de 94.000 personas perdieron su puesto de trabajo. Estas eran en su mayoría fábricas familiares que no consiguieron competir con sus homólogos chinos en el mercado nacional e internacional“.

Esta tendencia también la observamos en Bolivia y en otros países sudamericanos. En la última década, las relaciones económicas entre China y América Latina se han desarrollado rápidamente. Los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe muestran que China invirtió más de 15.000 millones de dólares en la región en 2010, el doble que entre 1990 y 2009, y la escala de inversión está creciendo astronómicamente.

La inversión de China inyecta un poderoso impulso al desarrollo económico de su propio país destruyendo la industria textil de América Latina. Las características similares de los artículos de producción china y los fabricados en América Latina han dado lugar a una competencia desleal. La industria manufacturera en Bolivia se ha reducido en los últimos diez años, en parte debido a que los productos ‘Made in China’ están expulsando la producción local del mercado y aniquilando la existencia de los artesanos.

„La tendencia no solo se observa en Bolivia y Perú, sino también en otros países. Así, voces del sector textil de Colombia y Brasil destacan que los productos chinos están inundando el mercado nacional y exigen medidas proteccionistas para el empleo y las empresas frente a lo que consideran una competencia desleal“.

La comunidad de negocios de América  Latina considera que la calidad de los productos de China es inferior a la de los suyos,  y se queja de que la velocidad de distribución, es una gran amenaza. Otro factor que favorecería a la ropa china es la tendencia del consumo «fast fashion» uso de prendas por un corto tiempo, con lo cual se sacrifica la calidad de la tela por un buen acabado. Las prendas duran poco tiempo y pasan a contaminar el ambiente por siglos.

Los productores chinos ofrecen mercancías a precios más bajos que los productos bolivianos. Este es el nombre del problema y no Iberkleid.

Si existiese proteccionismo a la industria textil nacional, ésta bien podría competir en igualdad de condiciones con quién sea, incluso con los chinos como lo hizo durante cinco décadas  la fábrica textil boliviana antes de ser Enatex.

«Pero que entren productos subvaluados hace daño a la industria textil boliviana. Para evitar que puedan bajar tanto sus precios, se debe urgentemente dictar una medida antidumping y evitar que los „importadores“  logren revertirla. Por eso, necesitamos una franja de precios o una barrera arancelaria, tal como la tienen Ecuador y Colombia. En Bolivia y  en el Perú no hay barreras para los productos importados». De haber protección a la industria textil nacional en Bolivia se evitaría el gran problema de los textiles que contaminan.

La ropa china que llevas ahora mismo es mucho más peligrosa de lo que te puedas imaginar. Las marcas que las fabrican usan químicos para que los tejidos sean suaves, resistentes a las arrugas, al fuego, a las polillas,… El problema es que muchos de estos químicos son tóxicos, y pueden llegar a crearnos problemas respiratorios, alergias o trastornos de sueño. Incluso hay estudios que relacionan la larga exposición a dichas sustancias tóxicas con la predisposición al cáncer. Pero los riesgos de salud no nos atañen sólo a los consumidores: los obreros de las fábricas que procesan las telas reciben los mayores impactos, mientras que el agua residual contaminada, una vez fuera de las fábricas, afecta a toda la cadena alimentaria mundial.

LOS QÚIMICOS MÁS TÓXICOS

Greenpeace ha elaborado una lista con los 11 químicos más tóxicos usados en la industria textil. Entre lo más inquietante del asunto destacaríamos:

Alquifenoles: ampliamente utilizados en la industria textil para procesos de lavado y teñido, son tóxicos para la vida acuática, persistentes en el mediambiente y biocumulativos en los tejidos corporales.

Ftalatos: se utilizan en el cuero artificial, en el caucho, en el PVC y en algunos tintes, se consideran tóxicos para la reproducción en mamíferos, ya que puede interferir con el desarrollo de los testículos en los primeros años de desarrollo.

Colorantes azoicos: son uno de los principales tipos de tintes utilizados por la industria textil, al degradarse durante el uso pueden liberar sustancias químicas conocidas como aminas aromáticas, algunas de las cuales pueden causar cáncer al entrar en contacto con la piel.

Disolventes clorados: se utilizan en fabricación textil para disolver otras sustancias durante la fabricación y el lavado de tejidos, agotan la capa de ozono y afectan el sistema nervioso central, el hígado y riñones.

Metales pesados (cadmio, plomo y mercurio): se han utilizado en tintes y pigmentos, pueden acumularse en el cuerpo a lo largo del tiempo y son altamente tóxicos, con efectos irreversibles, incluyendo lesiones del sistema nervioso (plomo y mercurio) o los riñones (cadmio). El cadmio también está asociado a enfermedades cancerígenas.

DE LAS PALABRAS A LOS HECHOS

Proteger la Industria Textil boliviana  en vez de buscar chivos expiatorios. La Industria Textil de Bolivia es muy apreciada en el exterior, sólo necesita ser protegida en Bolivia abriendo más fábricas textiles con materiales nobles sin contaminar el ambiente. La demanda mundial que busca esta calidad y modo de producción de Textiles que embellecen y protegen la naturaleza es enorme