VÌCTOR BURGUETE/BOLINFO/TARIJA
(elPeriódico-julio 03/2016) Bolivia entrará a formar parte de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Nacionales Unidas (ONU) a partir del próximo enero en uno de los momentos más complejos del sistema internacional. La crisis de los más de 65 millones de refugiados, el terrorismo, la salida de Reino Unido de la Unión Europea, la paz en Colombia, los cambios políticos en Sudamérica, la entrada en escena de Donald Trump, o los conflictos bélicos de Siria y la cuestión palestina son algunos de los temas que marcan la agenda internacional y en los que Bolivia tendrá que posicionarse.
La elección de Bolivia ha generado expectativas y dudas en torno al papel que pueda jugar el país en el máximo órgano ejecutivo de las Naciones Unidas. El presidente Morales manifestó su escepticismo en torno a la influencia que pueda tener el país en las decisiones aunque considera que la entrada es un reconocimiento al liderazgo del país.
El embajador boliviano ante la ONU, Sacha Llorenti, manifestó también las intenciones y posicionamiento del país en algunas cuestiones de la agenda internacional como la cuestión Palestina y el proceso de paz en Colombia.
A esas declaraciones se han sumado en los últimos días las de otros líderes políticos del país como el ex presidente boliviano Jorge “Tuto” Quiroga, quien recomendó aprovechar el paso por el Consejo de Seguridad para defender el acceso soberano al mar y el Silala.
elPeriódico consultó a varios expertos en Relaciones Internacionales para que ofrecieran un análisis sobre las puertas diplomáticas y las posibilidades que se abren con la entrada del país al Consejo de Seguridad.
“Ojalá se comprenda bien esta responsabilidad internacional. El Consejo de Seguridad es para preservar la paz y la seguridad en el mundo. Hay que trabajar con discreción y rapidez en las situaciones conflictivas. No es el lugar para denuncias y confrontaciones, debería designarse como representante ante el consejo a una persona con gran experiencia en temas internacionales y con un buen equipo asesor”, indicó el catedrático en Relaciones Internacionales Antonio Mariaca.
Para el catedrático, debería tenerse en cuenta estos aspectos antes de convertir ese espacio en un lugar de conflicto y la denuncia ya que esta no es la finalidad.
“Estás preservando la paz la seguridad del mundo, si ves la actuación de Venezuela en el consejo ha sido bastante light. Y ojalá Bolivia haga eso, debería dejar su política interna y afrentarse un poco en los temas internacionales”.
En cuanto a la complejidad del escenario internacional, Mariaca considera que las ocasiones que le ha tocado a Bolivia ser parte del Consejo de Seguridad siempre han sido difíciles como en este caso.
“Es un momento internacional con Europa, el Brexit y puede desintegrarse la Unión Europea. La región latinoamericana con Argentina y Brasil se los nota disconformes con el Mercosur y va hacia la alianza del pacífico, tenemos la elección americana con Trump… la agenda internacional es endiablada. El Consejo tiene tema importantes que afrontar como los 65 millones de refugiados que hay en el mundo”, apuntó.
Por su parte, el analista político y docente en Relaciones Internacionales Francisco Solares cree que el Gobierno ha malinterpretado la entrada en el Consejo de Seguridad ya que no ha entrado por su liderazgo sino porque le tocaba entrar.
“Estos puestos son rotativos y por región, no es que un estado logre por méritos propios a su diplomacia o capacidad de influencia internacional. A Bolivia le correspondía por región y por rotación”, subrayó.
En cuanto a la posibilidad de exponer los conflictos con Chile en el escenario del Consejo de Seguridad como plantea Quiroga, Solares considera que son temas que no ve de manera directa el Consejo de Seguridad porque si bien han sido de conflicto y son de conflicto ya han entrado a una instancia judicial. “Esa instancia judicial ya sale de las manos del Consejo de seguridad y del análisis de la propia Asamblea General de la ONU”.
Por otro lado, el analista considera que la posición en la cuestión Palestina que anunció Sacha Llorenti puede ser perjudicial para los intereses bolivianos y que debería hacer hincapié en los aspectos que afectan directamente a la región.
“No sé cuál será la posición de Bolivia en relación a ciertos temas de la agenda internacional. Pero si hay algunos temas que son determinantes por ejemplo los países del ALBA. La política exterior tiene un desafío grande habría que ver como se posiciona y no agarrar posiciones externas de la región que sean canalizadas por Bolivia dentro del Consejo de Seguridad”.
¿Qué es el Consejo de Seguridad?
En la Carta de las Naciones Unidas se establecieron seis órganos principales en la Organización, incluido el Consejo de Seguridad. La responsabilidad primordial en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales corresponde al Consejo de Seguridad, que podrá reunirse cada vez que la paz se vea amenazada.
El Consejo de Seguridad está compuesto por 15 miembros. Cinco son permanentes y tienen derecho a veto: China, Francia, Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos, y los diez restantes son rotatorios cada dos años entre los 188 países restantes que forman parte de las Naciones Unidas. (Ep)