Noticias El Periódico Tarija

Aquellos tiempos en los que se escuchaban discursos de disconformidad desde la Tarija profunda aún se recuerdan, cuando por alguna razón no se hablaba un mismo idioma y el desentendimiento era moneda común entre la capital y las provincias de nuestro Departamento. Sin duda que se ha avanzado bastante y los tambores de guerra dejaron de sonar y la voces de las regiones comenzó a reconocerse también tarijeña. Hoy, la responsabilidad que tienen nuestros líderes y autoridades para consolidar la unidad departamental es muy grande, se ha trabajado durante décadas para «marcar diferencias», en las provincias se ha mostrado a la ciudad capital como el origen y causa de todos lo males y desde aquí se han abierto brechas con las regiones en base a una supuesta y funesta subordinación.


En estos últimos años, las provincias han despertado, sobretodo por la mayor cantidad de recursos económicos con los que cuentan y el surgimiento de liderazgos que le han dado otra fisonomía al Departamento. Los Ejecutivos Seccionales, ahora Subgobernadores, encarnaron la rebeldía «provinciana» en relación al poder centralista de la Capital y del Gobernador de turno, porque más allá de si no se justifican o chocan con los Alcaldes, ellos han sabido traducir la frustración de siempre pues fueron elegidos por la gente que rechaza el típico «dedazo» que impone. De esa manera muchas decisiones comenzaron a tomarse en cada pueblo sin tener que consultarle a nadie, proceder no tan positivo del que se abusó en la administración del dinero encarando obras no prioritarias, sobredimensionadas y de altísimos costos… pero ese no es el hecho, el fondo de este tema radica en esa «autonomía» para decidir a quien elegir y que hacer con su propio destino.

Estamos en el umbral de un proceso trascendental, la aprobación del Estatuto Regional del Chaco, que despierta muchas susceptibilidades y dudas, algunos piensan que se facilita aquello de consolidar el Décimo Departamento, otros consideran que la autonomía no es división sino una forma de administración y de enfocar el desarrollo. Al mismo tiempo resuenan las voces de quienes quieren crear la Mancomunidad de los pueblos de Sur, otro esquema de autonomía regional que intenta imitar los logros conseguidos por la provincia más grande Tarija. Ante esta realidad debemos saber qué hacer y cómo hacerlo para fortalecernos como región en vez de debilitarnos. Lo importante ahora, es que una vez que se ha alcanzado cierto equilibrio de desarrollo entre la capital y las provincias, se aproveche para caminar al mismo paso y en sintonía para trazar un futuro incluyente, en el que todos avancen en función de una agenda departamental que impulse a cada región en relación a sus propias características y potencialidades. Hay muchos que no entienden este mensaje y tendrán que hacerlo o desmarcarse de las tendencias que promueven estos pasos, irreversibles en sus avances aunque sea para seguir aprendiendo mientras se desenvuelve un sistema como este.