Sergio Reyes Canedo
Más allá de los análisis y especulaciones posteriores al intento de prórroga del presidente Evo Morales, estacionado definitivamente en el 21F, no tengo duda, que los próximos años hasta la fecha de elección, a su gobierno en estrictos términos políticos, solo le quedan fuerzas para contener el reproche social por la ausencia de resultatos tangibles de gestión, y una escandalosa corrupción que obligan a los liderazgos nacionales pretendientes, cumplir con asignaturas y labores de tarea inmediata.
Desde mi punto de opinión, las siguientes:
- Adheción de líderes departamentales y municipales.- La cualidad autonómica del Estado Plurinacional, ha sido menoscabada sistemáticamente, mediante el desarrollo legislativo invasivo de las compentencias asignadas a las entidades territoriales autónomas.
Una de las pruebas mas tangibles, es la ley de incentivos a la exploración y explotación de hidrocarburos que confisca recursos del IDH, que pertenecen al derecho de disposición exclusiva de gobernaciones departamentales y municipales; a los pueblos indígenas y las universidades del sistema público. Quitarle estos recursos, privan indefectiblemente a sus líderes elegidos (gobernadores y alcaldes) posibilidad de cumplir con la oferta de desarrollo a hicieron a los ciudadanos en cada una de sus jurisdicciones.
Hasta ahora, ninguna vos, se ha puesto en la brecha de reclamo natural que seduzca las particularidades y anhelos de los liderazgos regionales.
- Unificación de los sectores sociales coorporativos en torno a una nueva visión de país.
El quiebre de la “paternidad” de varias organizaciones sociales entre las que se cuenta a la COB, CIDOB, CONAMAQ, y varios etcéteras, que hasta no hace mucho formaban parte de la plataforma que sostenía la imagen de “gobierno popular”, ha quedado huérfana.
El liderazgo nacional que enfrente el desafío de unificarlas en torno a una representación que resuma sus aspiraciones no cumplidas por Morales, en un contenido de nuevo “programa popular” es una asignatura insoslayable.
- Elaboración de una propuesta bi-dimencional: Nacional y Autonómica de desarrollo.
El colectivo ciudadano que venció el 21F, (concordemos que no tuvo un liderazgo personal de alcance nacional visible) ha emitido en las urnas una sentencia EVO NO VA MAS! En concecuencia, su coartada ideológica denominada “proceso de cambio”, se derrumba también del imaginario social, que dijo el mismo día (entre líneas) de rechazo a la nueva postulación, “necesitamos un nueva utopía”.
En ese orden, considero de urgencia social, se edifique una visión de país con un destino común para todas y todos los bolivianos, que al mismo tiempo represente la visión particularizada de la Bolivia autonómica que reclama un avivamiento de esta revolución adormecida y un común denominador que rescate el sentimiento de la Bolivia en unidad.
- Construcción de un nuevo mensaje politico que re-integre un contenido democrático unificante.
No es posible que la “caja de mensaje politco” sea el de la deflagración del oponente; la forma de enfrentar los desafíos políticos, jamás deben reproducir el todavia presente escenario de “destripe” entre diferentes; la democracia como principio y sistema, necesita “dasarmarse” para dar paso a la calidad de los alegatos en la escena política, hoy muy parecido metafóricamente a un esgrima coyunturalista de un deporte de contacto.
- Una propuesta de restauración de la institucionalidad estatal basada en los valores democráticos y la meritocrácia.
Convengamos que uno de los mayores daños que el gobierno en su intento autocrático nos ha hecho a todos, ha sido el desprecio por la instituicionalidad del Estado en todo el sistema: El Judicial, legislativo y la ideologización desnutrida de la meritocracia ha reducido a escombros las instituciones.
La corrupción, el peguismo, y el culto a la personalidad del presidente desata expresiones de arrebato mesiánico; la reconstrucción del Estado, es una tarea que debe empezar por el compromiso de respeto a la CPE (aún con sus errores), esencialmente en sus valores y rescate de los elementos republicanos difuminados y desde las cenizas, para nutrir y vigorizar un Estado Plurinacional y con Autonomías, de todos y para todos.
La realidad, hoy, se parece a un hospital distósico (de muchos pacientes a atención urgente)
Si los médicos (nuevos líderes) tienen de veras y de frente, el genuino deseo de curarnos…
Es este el tratamiento… y no otro!!