Noticias El Periódico Tarija

Víctor Burguete

@Vburguete

El gobernador Adrián Oliva emitió el pasado lunes un mensaje televisivo retrasmitido por los medios de comunicación del departamento en el que habló a los tarijeños de la Agenda del Bienestar para encauzar el rumbo de Tarija una vez que ya se “ha ordenado la casa”.  En su discurso, un video grabado desde su despacho y sin ningún periodista de por medio, el gobernador desgranó los ejes y los planes que conforman esta Agenda del Bienestar.

El nuevo rumbo del departamento va girar sobre tres ejes: atender las necesidades básicas, salir de la dependencia del gas junto a la creación de empleo y trabajar con alegría promoviendo el deporte, la cultura y el esparcimiento. El diagnóstico sin lugar a dudas es acertado.  Sin embargo, la ejecución de este plan presenta dudas, y no solo porque sea una copia de las promesas electorales, sino porque en ningún momento se habla del cómo se va a ejecutar.

¿Cómo romper el cordón umbilical que une a Tarija con el gas en un departamento cuyo esqueleto empresarial es raquítico? Los primeros pasos, dirán desde la Gobernación, es impulsar a los jóvenes emprendedores para comenzar a crear un flujo económico no dependiente del dinero público. Sin embargo, las medidas lanzadas como la incubadora de empresas no han dado ningún fruto y en este momento el programa está paralizado por la falta de recursos. Entonces, si no hay dinero para un programa de estas características, ¿va a haber recursos para salir de la dependencia del gas? ¿Dónde y cómo se va a crear empleo en un departamento cuya mayor, y prácticamente única, industria es la vitivinícola? Se habla de caminos, riego y apertura de mercados pero nada de industria, innovación y tecnología.

A su vez, estos tres ejes se desglosan en cinco planes con títulos muy bonitos: Vida, Dignidad, Oportunidad, Alegría y Transparencia que engloban medio ambiente, salud, servicios básicos, empleo, cultura y entretenimiento y tolerancia cero. Eslóganes demasiados abiertos y con poca concisión de acciones.  Quizás,  y ojalá, esté equivocado sí haya un plan de acción detallado y concreto pero resulta harto difícil formular estas interrogantes a través de un pantalla de televisión.