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LEONEL SUAREZ Q./BOLINFO/TARIJA

(elPeriódico-junio 28/2016) El gobernador del departamento, Adrián Oliva, brindó su informe el pasado lunes por diferentes medios de comunicación, en el que explicó las políticas de gobierno con las que trabajó durante su primer año de gestión, además de la implementación de la “Agenda del Bienestar”, el plan estratégico que tiene programado implementar durante su mandato. Para arrancar con este objetivo anunció que realizará cambios en su gabinete con profesionales “con experiencia”, pero no dio nombre alguno.

En su discurso, Oliva manifestó que en el 2015 se recibió un mandato “en medio de una de las crisis más fuertes de Tarija, no solamente por la caída de los ingresos departamentales, de más del 50 por ciento con relación al 2014 y la recesión económica que produjo, sino porque el departamento “no contaba con un proyecto de futuro que a pesar de haber percibidos recursos no se solucionaron a los problemas básicos”.

El gobernador señaló que durante la era del gas, desde el 2001 hasta el 2014, el departamento, los municipios y la universidad percibieron alrededor de 5.500 millones de dólares.

“Pasaron 5.500 millones de dólares y todavía mucha gente vive sin agua potable, con un sistema de salud con graves problemas, carencias y limitaciones, con familias cocinando a leña incluso donde se encuentran las reservas de gas –agregó Oliva-. Sin contar un camino digno que una a Tarija con el Chaco, sin oportunidades de empleo y con una vida cada vez más encarecida”.

Oliva expuso que los miles de millones de dólares generaron una “borrachera en el poder”, que produjo “los más altos niveles de despilfarro, dispersión y corrupción en Tarija”.

“Tanta plata ha despertado apetitos y codicias por ganar dinero rápido y fácilmente, a tal punto que en estos años el dinero se va convirtiendo en el valor central de la sociedad –dijo Oliva-. Así, pareciese que la vida solo consiste en acumular y acumular, consumir y consumir,  dejando de lado nuestra forma de ser y vivir”.

La autoridad señaló que en un primer momento de su gestión en la Gobernación, se luchó por administrar la crisis, por lo que pusieron en marcha la política de austeridad con la que redujeron gastos de funcionamiento, y se eliminó el despilfarro. Agregó que se trabajó para resolver las deudas heredadas, y se gestionó financiamiento para ejecutar proyectos estratégicos.

“Lo primero que empezamos a hacer es generar un cambio desde el propio modelo de desarrollo –expuso Oliva-. El problema de fondo no solo se encuentra en la forma en la que se administró nuestro Gobierno departamental, sino también en la visión que guío en la práctica el desarrollo durante la era del gas”.

Oliva enfatizó que durante estos últimos 15 años “se apostó por el cemento y se olvidaron del ser humano” y que el desarrollo se concentró exclusivamente en lo material.

Añadió que es imprescindible un cambio en el modelo de desarrollo que guie el trabajo en los próximos años, mismo que será ejecutado bajo el principio de la “Agenda del Bienestar”, cuyo fin es generar las condiciones para el desarrollo integral del pueblo.

La agenda del bienestar tiene tres ejes: el primero es atender lo básico, transformar el sistema de salud y expandir los servicios básicos por todo el departamento, el segundo, se enfoca en el bienestar económico, mismo que apunta a salir de la dependencia del gas a partir de la diversificación económica; el tercero, es trabajar para que el pueblo viva con alegría, promoviendo ámbitos como la cultura, el arte, el deporte y el esparcimiento.

Oliva señaló que la agenda del bienestar se implementará a través de cinco planes: Plan vida, que abarca salud, gestión social y medio ambiente; plan dignidad, para llevar los servicios básicos: agua, alcantarillado, luz y gas domiciliario; plan oportunidad, para  la generación de empleo sostenible  con programas y proyectos; plan alegría,  fomentando la cultura, el arte y el deporte; y el plan transparencia rindiendo cuentas y con cero tolerancia a la corrupción.

“Para hacerlo, vamos a empezar este nuevo momento con un equipo renovado; en segundo lugar, iniciaremos un diálogo para generar un nuevo pacto social al interior del departamento, construyendo participativamente el nuevo plan de desarrollo departamental –señaló Oliva-. Para implementar la agenda del bienestar en estos días empezaremos la inmediata ejecución del Plan Dignidad, y finalmente buscaremos con todo nuestro empeño los recursos económicos que son necesarios para continuar con los proyectos en ejecución e iniciar la implementación de nuevos proyectos estratégicos para el departamento”.

Ruiz cuestiona discurso de Oliva

El exsecretario de la Gobernación Roberto Ruiz cuestionó el discurso de Oliva, entre sus observaciones dijo que a estas alturas repite “la versión insostenible de la deuda y el despilfarro”. Justificó que el secretario de Economía, Sergio Nieva, aclaró que no es deuda, sino recursos comprometidos en proyectos en ejecución por 800 a 1000 millones los cuales en la medida que se ejecutan y no se pagan las planillas  recién se convierten en deuda en esta gestión.

“Don Lino Condori decía que deberíamos pasar de un tipo de desarrollo basado en el cemento a uno basado en el talento de los tarijeños. Es más fácil decirlo que hacerlo. Merece todo nuestro respaldo en este cometido”, dijo Ruiz.

En cuanto a la aseveración del gobernador por haber resuelto las deudas y haber gestionado financiamiento, Ruiz enfatizó que esto no es evidente. Asimismo expuso que los planes deben ser explicados para opinar, “llama la atención que en el discurso en ningún plan se menciona la educación a pesar de que se la considera hueca de contenido y que solo se hizo infraestructura”.

Ruiz explicó que el Plan dignidad invade las competencias municipales de manera masiva.

“Que cero tolerancia a la corrupción no sea solo un eslogan, Setar (Servicios Eléctricos de Tarija) y Sedeca (Servicio Departamental de Caminos) son parte de sus dolores de cabeza. Escuche a su ex aliado Pedraza o nómbrelo director de transparencia”.

Entre otras de las observaciones, Ruiz dijo que continuar los proyectos en ejecución requiere de un préstamo o de un fideicomiso, y que no es evidente que existan avances serios en este objetivo.

En cuanto al “Nuevo pacto social”, expuso que esto implica acercarse con respeto al MAS (Movimiento Al Socalismo), a la Asamblea, a los movimientos sociales, a las provincias, a los subgobernadores y no mantener el descontento y la confrontación con poses hipócritas dignas de un “Macri de maceta”.

Asambleístas piden a Oliva no mentir en su discurso

El asambleísta, Luis Pedraza, dijo que el mensaje del gobernador es esperanzador, realista y que admite que necesita equipo con mayor experiencia, también la urgencia de definir objetivos estratégicos. En este sentido, apuntó que el término “administrar la crisis” implica haberla solucionado, pero que esto no sucedió, puesto que todavía se ven obras paralizadas y programas sin cobertura financiera, por lo que instó a solucionar el presupuesto sobregirado antes de encarar las líneas a las que hace referencia.

El legislador del MAS  Ervin Mansilla enfatizó que el discurso de transparencia debe empezar por esclarecer algunas interrogantes actuales, como la corrupción tanto lo que ocurre en el Sedeca y Setar, y los casos de nepotismo en las secretarías. Enfatizó que también existe un desorden institucional, en los que se puede evidenciar que asambleístas buscan usurpar funciones del gobernador. (eP)