Noticias El Periódico Tarija

Raúl Pino-Ichazo Terrazas

(Abogado, Docente universitario, Escritor)

Hoy, 23 de Junio, fecha en que escribe este artículo, se acostumbra a destruir la naturaleza  y el equilibrio ecológico, de vital importancia para nuestra vida y de las futuras generaciones; aunque es digno reconocer que muchas alcaldías en el país han iniciado programas de concienciación en la población para evitar  quemar indiscriminadamente   todo artículo que contamina y, que le es, a la propia naturaleza difícil, tomando su tiempo, reciclarse.

Por ello, cambiando el ritmo de cada artículo de prensa, hoy, en ofrenda a nuestra generosa naturaleza que se ha manifestado con especial generosidad en Bolivia, va un poema a ese ese propósito:

Salve ubérrima zona, que el astro rey vive en ti enamorado y en cada hectárea varia tu benefactor microclima. La urdimbre bucólica elabora tu verano; el invierno no atisba y se muere en el intento.

 Tus aromas de vida animal y vegetal inmensurable dan consistencia a la esencia de la naturaleza, irrumpiendo sin límites la vida.

 Una malhadada carretera desune a los legítimos poseedores por intereses bastardos denigrándose el ser humano, y humo lanza el Estado para justificar su actitud sin desembarazarse de intereses políticos que conducen a la pugna, que contamina al ser humano inocente que cuida ese paraíso, obligándolo a tomar bando según quien suba a la palestra.

 Languidece la esencia del benigno don  concedido por la Providencia a las gentes del lugar que vivían en armonía paradisiaca, hoy  un avispero que fractura la apreciada identidad.

 Los afortunados poseedores han nacido en tierra privilegiada y bajo el techo límpido campesino, multiplicándose y educando a su descendencia a preservar el encanto que se rompe con la pérfida política cegada por la codicia.

 Mínima industria suficiente, crece veloz la naturaleza desechando a la podadora y la maquina distorsionadora, a la vana explotación y a su fuerza mercenaria es ajeno el sencillo labrador.

 Proteja Dios al TIPNIS, honrando sus nobles habitantes al campo, a la vida,  a la naturaleza como síntesis de ciclos perfectos, y valore Bolivia  la simpleza del tesoro de perpetua y libre morada, abatiendo a quienes se acercan con ambiciones desenfrenadas.