LIDIA AZURDUY R./REDACCIÓN DIGITAL/BOLINFO
(elPeriódico – jun 26/2016) Las motocicletas, de un tiempo a esta parte, se han convertido en un medio popular de transporte, debido a su bajo precio para su adquisición y a la poca gasolina necesaria para un largo recorrido por la ciudad.
La convivencia entre motocicletas y el resto del parque automotor, además de transeúntes exigen que todos los involucrados respeten las normas de tránsito, el no hacerlo tiene como resultado no sólo la incomodidad a la hora de transitar por la urbe sino que desembocan en fatales accidentes.
Para ello la regla número uno, es el uso de casco de seguridad por quienes conducen las motos. Incluso pese a ello, tampoco es garantía de una total protección frente a un eventual choque.
En la ciudad de Tarija lamentablemente ni siquiera ello se cumple, esta es una obligación que debiera ser controlada por las autoridades competentes, léase Viabilidad de la Alcaldía de Cercado y Unidad Operativa de Transito, pero sobre todo partir de la conciencia y protección que debe brindarse cada persona.
Incluso aquellos que tienen casco, suelen llevarlo en los brazos y manubrios de motos, por si esta omisión fuera ya grave, también puede verse familias enteras encaramadas en ellas, poniendo en riesgo sus vidas.
En las últimas semanas los accidentes de tránsito, han dejado el saldo de heridos, y muertos ciclistas y motociclistas, ello debe llevarnos a una profunda reflexión de todos, siendo innecesaria la realización de más cumbres de seguridad o de otra índole, sino el cumplimiento de normas existentes de hace mucho y las nuevas que se adecuan a estos nuevos tiempos, plasmado en ellas las prohibiciones del uso de celulares por citar un ejemplo.
Quien maneja una motocicleta debe tener puesto en esta acción, todos sus sentidos, pero además se convierte en dependiente y deposita su confianza indirectamente en el resto de quienes ocupan un lugar detrás de otro volante. (eP)