MARISOL COCA W. BOLINFO/ TARIJA
(elPeriódico/Junio 26/2016) La preocupación no sólo es la ciudad, sino que ahora el problema de la basura se expande hacia el área rural, son terceros los que llevan sus desechos para dejarlos en las bermas del camino. La Empresa Municipal de Aseo Tarija (EMAT) no llega con el servicio hacia las comunidades rurales y porque son los propios campesinos quienes deben darse modos de deshacerse de la basura. Sin embargo, por intermedio de un convenio suscrito con las alcaldías de San Lorenzo y El Valle el recojo se lo realiza en aquellas áreas.
¿Dónde está quedando el slogan Tarija la ciudad más limpia de Bolivia?, es la pregunta que muchos se hacen al transitar por cualquier calle de la ciudad. Quizás la falta de conciencia de los propios tarijeños y el crecimiento poblacional ha desbordado la capacidad de la Empresa Municipal Aseo Tarija (EMAT).
A cada paso, en cada calle ya sea de un barrio periférico o céntrico se visualiza basura en las aceras y hasta en la misma calzada, la gran mayoría de estos desechos son bolsas plásticas de lácteos y vasos descartables. También se ha hecho frecuente ver a canes destrozar las bolsas negras de basura, quizás porque el vecino sacó mucho más ante de lo habitual sus desechos o porque el carro basurero demoró en realizar su recorrido por determinadas calles.
“Hay personas maliciosas que a las riveras del camino van echando basura por varios lugares” manifestó José Soruco, dirigente de la Central de Campesinos de Cercado.
Dijo que en camino hacia cualquier comunidad se va observar los desechos de basura, quizás una de las rutas, según Soruco, que se mantenía un poco más limpia era la ruta al Chaco, pero sin embargo la situación ahora es diferente.
Dijo que con anterioridad los que realizan el mantenimiento vial de esa ruta acumularon grandes cantidad de basura, las cuales posteriormente fueron quemadas, en su mayoría cantones, aceites, grasas y bolsas plásticas.
“Es lamentable que la gente no tome en cuenta en que espacio vive, pareciera que quieren liquidar de una sola vez el planeta tierra”, mencionó Soruco a tiempo de exhortar a las autoridades competentes de la Gobernación y Alcaldía municipal tomar acciones sobre este daño ambiental.
“Si nosotros identificamos a aquellas personas seremos muy drásticos, porque no puede ser que las personas vayan arrojar en cualquier lado la basura –dijo Soruco-. Nos da bronca, porque nosotros tenemos nuestras comunidades limpias, pero de la noche a la mañana resulta que aparece con basura”.
Soruco mencionó que desde las flotas y camiones se ha visto arrojar a los pasajeros bolsas de pollo, botellas de gaseosas, vasos y otros envoltorios, y aunque quizás no sea en gran cantidad hay personas que exclusivamente llevan sus desechos en vehículos y los arrojan entre las cunetas y parte de las propiedad, lo cual posteriormente se expande con el viento.
Para las familias campesinas la preocupación es mayor, porque el ganado al estar disperso suele ingerir los desechos y las bolsas plásticas, lo que posteriormente les causa problemas serios.
El presidente de la Federación de Departamental de Juntas Vecinales (Fedjuve) Edwin Rosas dijo pese a ahora EMAT llega con la cobertura del servicio hacia nuevos barrios, la frecuencia de recojo en los otros se mantiene como habitualmente estaba determinado, pero se quejó de la f alta de conciencia de los propios vecinos, que no tienen hábitos para coadyuvar con la limpieza de la ciudad.
Quizás la Alcaldía debiera optar por disponer de receptáculos en determinadas calles de la ciudad para que los vecinos lleguen hacia ese punto con sus bolsas y el carro basurero abarcar zonas totalmente descuidadas.
Se intentó conversar con el responsable de EMAT, con quien no se logró fijar hora y fecha para sostener una respuesta, asimismo desde el área de comunicación de esta repartición se nos aseguró que se harían las consultas respetivas para poner a conocimiento de este medio de comunicación, pero no se concretó nada.
Tarijeños carecen de conciencia ambiental
La comodidad en muchos tarijeños sobrepasa los límites. La gran mayoría espera que los servicios municipales hagan todo el trabajo y no coadyuvan a mantener limpia la ciudad. En el centro de la ciudad, si bien no existe una gran cantidad de basureros si los hay en ciertos puntos, pero las personas optan por dejar sus bolsas de lácteos, galletas, cascaras de frutas o botellas plásticas en las ventanas de las viviendas o en las puertas de los domicilios. Son pocos los que barren sus aceras y recogen parte de los desechos, pero otros dejan todo ese trabajo a las obreras de EMAT. “La gente no acostumbra a sacar su basura cuando pasa el carro basurero, lo hacen antes y es cuando los perros aparecen y destrozan las bolsas”, dijo Rosas. (eP)