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(INFOBAE) El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), agencia de control nuclear de Naciones Unidas, encontró rastros de uranio en la base militar iraní secreta de Parchin, ubicada al sureste de Teherán.

El hallazgo de la organización se produjo como parte de una investigación ligada al acuerdo nuclear que alcanzaron Irán y las potencias occidentales en julio de 2015.

El gobierno de Barack Obama estima que el material descubierto formaba parte del programa secreto de armas nucleares que mantenía el régimen persa antes del histórico pacto, según consigna el Consejo Nacional de la Resistencia iraní.

El informe del OIEA indica que las partículas de uranio son «pruebas físicas» para sostener la acusación de que Irán buscó durante años la fabricación de armas nucleares en esa base militar secreta.

En el último informe del organismo, publicado en diciembre pasado, Estados Unidos no hizo ningún comentario sobre el uranio. Apenas realizó una breve mención en 16 páginas.

Sin embargo, en las últimas entrevistas, funcionarios norteamericanos consultados sobre este descubrimiento indicaron que la hipótesis de Washington es que esas partículas estaban ligadas al desarrollo de armas que se cree que Teherán perseguía antes de la firma del acuerdo con las potencias occidentales.

Durante la investigación del OIEA, llevada a cabo desde julio a diciembre de 2015, el régimen iraní no permitió a los funcionarios del organismo entrevistar a los principales científicos nucleares que se cree que han supervisado el desarrollo de armas nucleares.

Teherán sí permitió a inspectores de la Agencia de Energía Atómica recoger muestras de suelo de Parchin, en octubre pasado, para determinar la presencia de materiales nucleares. En esa investigación, el organismo halló partículas de uranio.

Expertos nucleares indicaron que el uranio puede ser utilizado como sustituto de materiales en el desarrollo de bombas atómicas. (eP)