Noticias El Periódico Tarija

Así como causó fuerte impacto lo de la «Chanchería de Pampa Galana», que es mucho más serio que tener cientos de cerdos alimentándose de inmundicias para después terminar en nuestro menú diario, lo que sucede con las diferentes quebradas que cruzan la ciudad de Tarija y desembocan en el río Guadalquivir también debe preocupar, y mucho, a la población. Es tan grave como lo mencionado porque igualmente tiene mucho que ver con la salud pública, los desechos de decenas de barrios caen en cada una de ellas directamente y terminan en el río, no existe cuidado ni mantenimiento alguno, simplemente no hay control… las aguas servidas se mezclan con basura de toda clase que también termina en su cauce, se arrojan todo tipo de desechos, en esto contribuyen negativamente ciudadanos inescrupulosos con su nefasto aporte.


Para colmo en algunas quebradas se puede ver gente «pescando» lo que pudieran atrapar, parroquianos hambrientos que buscan su alimentación del día, enfermándose con lo que vive en aguas contaminadas, con seguridad. Eso y más es lo que recibe el Guadalquivir, así se lo alimenta, con comida mortal que lo acaba lentamente en una agonía sin nombre. Hablamos ya de este tema hace unos meses y se prometieron medidas que supuestamente iban a atacar todos estos problemas pero la realidad es la misma y más grave aún, el tiempo pasa y la naturaleza no perdona tanto maltrato. No hemos sabido ni hemos visto acción alguna desde el municipio que apunte a soluciones de fondo, la suciedad e inmundicia siguen acabando con nuestras quebradas y la vez con nuestro río, no queremos pensar que sólo nos dijeron mentiras para contentarnos y bajar la intensidad de nuestra protesta, esperamos que no haya sido así porque la estamos retomando para llegar hasta las ultimas consecuencias, exigimos responsabilidad y compromiso de las autoridades, decisiones que pongan fin a los problemas de siempre y políticas claras que nos digan hacia donde vamos. La contaminación de las quebradas tiene íntima relación con la realidad del Guadalquivir, no podemos hablar de lo uno sin tocar lo otro y en eso también se dijo y se prometió… hasta ahora no se ve nada.