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VÍCTOR BURGUETE/BOLINFO/TARIJA 

(elPeriódico-junio 19/2016) Los vecinos de Tarija pudieron comprobar ayer los efectos del cambio climático en las aguas del Guadalquivir. Alrededor de una treintena de flamencos se han instalado en las aguas del río en las inmediaciones de la ciudad debido a, según los expertos, los factores climatológicos como la sequía que ha acabado con el lago Popoo de Oruro y que ha obligado a estas aves a migrar a otros espacios como las lagunas de Tazjara,

Es verdad que están los flamencos conté 12 pero había otro grupo más arriba lo que según los cálculos en total habrá unos 30 flamencos.  Son animales de mediana edad porque cuando son adultos tienen la coloración blanca y rosada. Hemos podido observarlos, están comiendo y buscan los alimentos del agua. Están en buen estado. No están enfermos porque ellos no vuelan y son fácilmente presa del humano o de algún animal. Ellos están bien”, indicó a elPeriódico la directora de Biodiversidad de la Gobernación, Estela Serrano.

Según explicó Serrano, no es el primer caso de flamencos en el río Guadalquivir ya que hace dos semanas rescataron a un flamenco en la zona de San Lorenzo que fue llevado directamente a las lagunas de Tazjara.

En cuanto al aumento de estos animales, la hipótesis de la directora de Biodiversidad es que como se secó el lago Popoo muchos flamencos han migrado a Tazjara pero debido al aumento de ejemplares el alimento debe ser escaso y los ha llevado a trasladarse hasta el Guadalquivir.

Mi hipótesis es que como hay tantos en Tazjara debe haber poco alimento y obviamente los flamencos si son de otro lugar se desorientan por lo que ante la falta de alimento que tienen Tazjara por la gran cantidad de animales que hay ahí han podido desplazarse hasta el Guadalquivir”, apuntó.

No obstante, Serrano aseguro que los flamencos están en buen estado y no se los puede pillar porque vuelan por lo que  desde la dirección van a desplegar guardafaunas  para controlar su estado de salud y evitar que alguien les pueda hacer daño.

“Vamos a desplegar guardafaunas para que ellos estén ahí mirando y protegiéndoles hasta que ellos se vayan y en caso de que caigan enfermos le daremos el tratamiento. Porque ahora es difícil capturarlos así”.

Por su parte, el activista ambiental Gonzalo Torres, quien también se desplazó hasta el lugar a observar los flamencos, consideró que al haber algunos flamencos todavía jóvenes quizás no hayan podido emprender el vuelo hacia Tazjara y se hayan quedado temporalmente en el Guadalquivir.

A pesar de que se encuentran en buen estado de salud, Torres envió una imagen en la que se podía apreciar uno de los flamencos muertos, una situación que la directora de Biodiversidad atribuye a una posible acción humana.

Secado de vado

Por otro lado, el ambientalista Gonzalo Torres alertó de que había divisado a un grupo de personas a la altura del puente Bolívar que habían realizado un secado de vado (una especie de presa para desviar el caudal del río) para pescar ilegalmente.

“Al secar toda esa parte el agua se sigue escurriendo para abajo pero ya no sigue el agua y los peces que están por ahí quedan estancados en pequeñas pocitas entonces la gente va y se los agarra con la mano. El problema es que quedan alevines pequeños y van a morir y mueren todos los huevos que quedan al descubierto. Esta gente va removiendo todas las piedras para ver si hay algún pez y al remover las piedras también aplastan los huevos de los peces que quedan debajo. Entonces básicamente es un pacto ambiental alto en ese especifico del puente”, explicó Torres, quien indicó que dio aviso a la policía municipal pero nunca llegaron.

De igual forma la directora de Biodiversidad, Estela Serrano, confirmó la situación y señaló que trató de llamar a la Policía pero no le contestaron.

“Saque fotos y personalmente he ido a ver había dos personas y un niño pero como persona me acerque y les dije que estaba prohibido pero se molestaron. Llame a la Policía pero no me contestaban. Entonces me limite a decirles que había avisado a la policía”, señaló Serrano.

Un actuar que está prohibido por su daño al ecosistema. “Los peces migran para hacer su reproducción hay algunas zonas características donde se reproducen esto impide el paso del pescado y hace que no se reproduzcan y hay una pérdida de las especies piscícolas y es terrible para la fauna. No se debería hacer eso”, subrayó Serrano.  (eP)