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AGENCIAS

Clasificada ya para cuartos de final de la Copa América Centenario, la selección argentina comenzó el domingo en Seattle (noroeste de Estados Unidos) su preparación para el partido con Bolivia por el cierre del grupo D, con un sabor agridulce por la baja de Ángel di María.

El equipo liderado por el astro Lionel Messi llegó el sábado por la noche a esta ciudad cerca de la frontera con Canadá y tenía prevista su primera práctica por la tarde en el Star Fire Sport Camp, en las afueras.

Con dos triunfos en dos partidos (2-1 a Chile y 5-0 a Panamá) y el pase a cuartos de final garantizado, Argentina se asegurará con un empate el martes ante la eliminada Bolivia el primer lugar de su grupo.

Si la albiceleste recuperó a Messi, autor de una espectacular tripleta en media hora en la goleada contra Panamá el viernes, Di María se lesionó esa misma noche en Chicago y se perdería el resto del torneo.

El delantero del PSG francés sufrió un «edema muscular», sinónimo de desgarro, y a pesar de que el parte médica el sábado habló de una «buena evolución», es muy difícil que vuelva a jugar en la Copa América.

«No es bueno perder a un jugador y menos de la característica de Ángel», se lamentó el domingo el defensor Marcos Rojo en conferencia de prensa en el hotel en el que aloja Argentina.

Justamente el entrenador Gerardo Martino destacaba antes del choque contra Panamá su tranquilidad por la recuperación de algunos jugadores que llegaron lesionados a Estados Unidos, como Ezequiel Lavezzi, Javier Pastore y Lucas Biglia.

– ¿Unos minutos para Biglia? –

Biglia, habitual titular en la albiceleste y que ha cedido su lugar en estos partidos a Augusto Fernández, volvió a entrenar con sus compañeros el sábado por la mañana en Chicago antes de partir a Seattle.

Martino pretende darle unos minutos de juego lo más rápido posible para tenerlo listo de cara a la fase decisiva del torneo a partir de cuartos de final.

El entrenador podría dejar en el banco además a algunos jugadores amonestados en los dos partidos iniciales, ya que una nueva tarjeta los dejaría afuera del siguiente encuentro.

Se encuentran en esa situación los volantes Javier Mascherano, Nicolás Gaitán y Fernández y el defensor Marcos Rojo, además de Di María.

«Si fuera por mí jugaría, quiero jugar todos los partidos. El que decide es el técnico», dijo Rojo.

Gaitán coincidió con el lateral del Manchester United de Inglaterra: «No soy un jugador que entro en la cnahca pensando en que tengo una amarilla y me tengo que cuidar», afirmó.

Sin embargo, no se trata de una decisión sencilla, porque las amarillas no se eliminan tras la primera fase, sino solo antes de semifinales.

Sin dudas, y a la hora de las modificaciones, Martino pensará en lo ocurrido el sábado a su compatriota José Pekerman, técnico de Colombia, que con su equipo ya clasificado introdujo diez cambios ante Costa Rica, perdió 3-2 y quedó finalmente segundo en su grupo A.

Argentina busca en Estados Unidos borrar las frustraciones de los subcampeonatos en el Mundial de Brasil-2104 y el año pasado en Chile y saldar la deuda de 23 años sin títulos, desde la Copa América de Ecuador-1993.