José Omar Tirado
Cuando un grupo de investigadores adscritos al “Club de Roma” se dieron a la tarea de realizar un estudio sobre las condiciones de pobreza, hambre, desempleo, escasez de materias primas para la industria que, para ese entonces, padecían algunos pueblos de Latinoamérica, llegaron a la conclusión que estas naciones se encontraban, verdaderamente en una encrucijada, de ahí que dieran a conocer su Informe con el título de “La Humanidad en la Encrucijada” Los resultados de esa investigación fueron aprovechados, y todavía lo sigue siendo, por charlatanes, demagogos y populistas que han logrado embaucar a esos pueblos, llevándolos por los caminos del desastre.
Enarbolando banderas de paz, crecimiento económico, desarrollo social, estabilidad política, y cuanta vaina se les venga en la cabeza a estos energúmenos, que como expertos manipuladores de masas aturdidas por sus discursos, han logrado llegar al poder por la vía democrática, para luego convertirse en dictadores de opereta: Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y otros tantos, son un claro ejemplo de esta aberración; pero ante el dilema de vivir en progreso y libertad o entre dictadura y miseria, estos pueblos han comenzado a luchar por sus ideales democráticos.
Desde este lado del “gran charco” mucha gente ve con preocupación la situación política y social que está viviendo la que, en otrora, fuera nuestra Madre Patria, quien en estos momentos se encuentra pasando por una situación verdaderamente difícil al tener que escoger entre un gobierno presidido por el PP o el PSOE y entre PODEMOS e Izquierda Unida . Los primeros han venido hundiendo al Reino de España en una de sus peores crisis política, en un desbarajuste económico de magnitud incalculable, y en una corrupción galopante que ha echado raíces en los diferentes estratos de la sociedad, donde se han visto involucrados algunos miembros de la familia real, al punto que el Rey ha tenido que abdicar a nombre de su hijo, porque nadie se come el cuento que renunció a la Corona por putañero o porque anda mal de las piernas.
Si bien es cierto que en la administración Rajoy hubo una serie de problemas de todo orden que afectaron la vida de muchos españoles y latinos que residían, trabajaban o estudiaban en el reino y se vieron en la necesidad de regresar a sus países de origen, también hay que reconocer que, poco a poco, se ha venido produciendo una reactivación económica gracias a la actividad turística, aumento en las exportaciones tradicionales y el repunte de la industria automotriz, contribuyendo de esta manera al descenso de la tasa desempleo y mejoramiento de la calidad de vida. Muchas personas opinan que el bipartidismo no ha sido tan mal después de todo, ya que la alternancia en el poder, con sus altas y bajas, se ha visto reflejado en algunos logros y en la cantidad de diputados que tienen cada una de estas organizaciones partidistas.
Pero ahora han surgido dos nuevas corrientes ideológicas: Ciudadanos y Podemos, siendo esta última una mezcla de fascismo, autoritarismo y socialismo, la cual, en lo que se refiere a Venezuela, fue traída por el señor Monedero, quien, a cambio, se llevó a su país muchas monedas para cofundar esa organización o movimiento político
Esa regorgaya ideológica conocida por estos lares como “Socialismo del Siglo XXI” solo ha traído a estos pueblos hambre, pobreza, desempleo y, hasta enfermedades que se habían erradicado, han vuelto a aparecer, como es el caso de la tuberculosis, lepra, paludismo, y otras. El fracaso de este sistema político se ha visto en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.
A muchos venezolanos que se encuentran viviendo y sufriendo en carne viva los rigores de está calamidad revolucionaria y socialista, donde los valores humanos, políticos e institucionales los han vertido estos hijos de la guayaba por las cañerías de aguas negras, les preocupa enormemente, al igual que el resto de los habitantes de esta América Hispana, que, dada las circunstancias electorales en la Península Ibérica, y el repunte en las encuestas estadísticas sobre un posible triunfo en estas elecciones del 26 de Junio del partido Podemos, organización formada a la imagen y semejanza de las mismas que han llevado a la ruina moral, social y económica a los pueblos que, confiando en sus dirigentes, dieran su voto para llevarlos al poder, puedan llegar a hacerse cargo del gobierno español.
Hagamos un ejercicio de imaginación y visualicemos por un momento el futuro de España bajo un régimen de esta naturaleza:
– – En las instituciones educativas de primera y segunda enseñanza, comenzarían a cambiar los planes y programas de estudio, para dar inicio a un proceso de ideologización marxista-leninista.
– – Se darían a la tarea, como en la Alemania nazi, de atacar y perseguir a los judíos. En Venezuela no se llegó a tanto, pero fueron allanadas y profanados templos y escuelas hebreas; algunos bienes propiedad de los judíos fueron incautados y muchas familias tuvieron que emigrar a los EE.UU.
– – Iniciarían un proceso de privatización de comercios e industrias y otros negocios productivos para ponerlas en manos de personeros allegados al gobierno, que irremediablemente, los llevarían a la quiebra.
– – Despojarían a los hacendados y agricultores de sus bienes y tierras, con el manoseado argumento comunista de que la tierra es para quien la trabaja.
– – La moneda se devaluaría hasta límites insospechables. Aquí en Venezuela, el billete de más alta denominación equivale a 100 bolívares, y se necesitan cuatro de estos para comprar, cuando se llega a conseguir, un pan campesino o gallego; es como si en España se necesitaran cuatro billetes de 100 euros para poder adquirirlo.
– – Como no tendrían mucha confianza en el ejército y la policía, crearían, prepararían y dotarían de armas sofisticadas a un grupo de inadaptados, a los cuales convertirían en “milicias populares”
– – Formarían, utilizando a resentidos sociales, grupos de choques para enfrentar a todos aquellos que se atrevan a disentir del régimen. Aquí en nuestro país los llaman “colectivos” y tienen licencia para matar en nombre y defensa de la revolución.
– – Sus metidas de patas en política económica, llevarían al país a sufrir una escasez de materias primas para la industria y el comercio, lo que ocasionaría un gran desabastecimiento. El gobierno se vería entonces obligado al racionamiento de los productos de consumo básico; motivo por el cual apelarían al empleo de una cartilla de racionamiento como en Cuba, la tarjeta de alimentación del Chile de Allende o el cartón de identidad de Venezuela, donde sus habitantes pueden comprar un solo día a la semana, de acuerdo al número terminal de su carnet de identificación.
Todo esto no es un cuento de camino o una ficción, está ocurriendo en la vida real, en una Venezuela que se equivocó de banda a banda al elegir como gobernante al golpista Hugo Chávez, y después a Nicolás Maduro, echando por tierra la premisa de que “el pueblo nunca se equivoca” pero aquí lo hizo por segunda vez.
Muchas personas están convencidas de que Maduro no gano la contienda electoral, sino Henrique Capriles, pero a éste le faltó bolas para defender el triunfo, solamente Leopoldo López salió a denunciar el fraude, pero lo metieron preso en una cárcel de máxima seguridad de la dictadura, donde, ni siquiera pudieron visitarlo figuras como Felipe González o Rodríguez Zapatero – este último, no hizo gran vaina cuando estuvo de Presidente del Gobierno Español, y ahora viene a dar lecciones de convivencia política.
Esperemos, Dios mediante, que no llegue al poder en España un partido como Podemos, porque ahí sí es verdad que, como dice el refrán, “se subió la gata a la batea” (aunque en este caso se subiría el candidato de la coleta y de las camisas arremangadas). Las consecuencias de esa política populista y demagógica, llevarían a los españoles al caos y la desesperación, y ojalá nunca vuelva a reeditarse una asonada golpista como la del 23 de Febrero de 1981, cuando el coronel Antonio Tejero irrumpió en el parlamento echando tiros, porque ahora no hay ningún Adolfo Suarez, Santiago Carrillo o Gutiérrez Mellado quienes enfrentaron la situación, mientras el resto de los diputados se tiraron al suelo como una verdaderas maricas.
Si esto llegara a ocurrir, tengan la seguridad que los comprometidos no actuarían a la loca, como lo hiciera Tejero, sino que todo sería estudiado, planificado y ejecutado de tal manera que la monarquía tendría que irse a la porra, instaurándose un régimen de terror.
Como dice otro refrán “Guerra avisada, no mata soldado”