Noticias El Periódico Tarija

Ex y actuales autoridades municipales decepcionan al apuntarse con el dedo echándose la culpa  mutuamente sobre el desastre del botadero municipal, irónicamente todos están involucrados. Todos son parte de esta realidad y responsables en diferentes grados. El basurero esta ahí, sin cerco perimetral que impida el ingreso de cientos o miles de porcinos, sin la voluntad de porteros o autoridades que no permitan la entrada de cerdos criados clandestinamente, sin que nadie se haya preguntado extrañamente durante décadas si era peligroso o no que estos animales se alimenten con todo clase de desechos. Pasan las semanas desde que se denunció lo evidente y según una concejal municipal, lo único que se hizo fue «espantar» a los muy conocidos criadores y dueños de los chanchos para evitar que éstos visiten el botadero «en el día» pero que si lo hagan en la noche… cuando las cámaras de los medios de comunicación no los pueden registrar. Los cerdos comen toda la noche y duermen todo el día.


Pero la prueba de que la alcaldía sabe desde siempre lo que hoy escandaliza a la gente es que el gerente de EMAT, Rolando Ruiz, reconoció que ya desde antes decomisaban estos animales que comían allí, cuando en vez de eso deberían haber impedido que los cerdos se alimenten de esa basura y obligado a clausurar los criaderos clandestinos… no hicieron ni lo uno ni lo otro. El mismo gerente reveló que los chanchos decomisados eran faenados en el Matadero municipal cuando de acuerdo a la norma únicamente sólo los que provienen de criaderos autorizados por el SENASAG pueden ingresar a esas instalaciones. Es decir, es una cadena interminable de violaciones legales que tienen como víctima al ciudadano, al pueblo. Nos preguntamos si quienes deben hacer cumplir la ley o hacer pagar a quienes no la cumplieron, seguirán viendo sin inmutarse que lo mismo siga sucediendo.

Mas allá de los porcinos indigestados con basura sin seleccionar ni clasificar, la bomba de tiempo sigue ahí, miles de toneladas enterradas contaminando nuestro suelo, nuestras aguas, nuestras vidas, hasta hoy no se dice qué sucederá con eso, qué se hará ni cómo se lo hará, si aunque sea por curiosidad y para tranquilidad se instruirá una auditoria ambiental, no se habla de si algún dia comenzaremos a separar la basura y a dejar de mezclarla letalmente en un hueco que cada dia se parece más a una fosa común.

Nos tiene sin cuidado que se apunten con el dedo, nos preocupa la sangre fría con que lo hacen, nos interesan las soluciones concretas, no los discursitos rimbombantes y mentirosos de campaña electoral. Nos interesan funcionarios públicos que den la cara y respuestas al pueblo, no que escondan la cabeza como avestruces mientras se atenta contra la salud pública. En fin, nos interesa tener autoridades de verdad, con carácter, con responsabilidad pero sobretodo con sensibilidad social, que no sólo pierdan el tiempo y se preocupen por «copiar» nombres o eslogans sin la más mínima originalidad mientras el pueblo se debate en medio de problemas reales que necesitan de atención urgente.