Puede que se haya perdido el control de la situación y que internamente se diga que todo esta bien pero la ciudad sucumbe en un caos, parques olvidados, calles y avenidas descuidadas, basura en las calles, tráfico insoportable… No hay ninguna medida o decisión que en un año nos de la esperanza de que esto puede cambiar.
La muy concurrida avenida La Paz sigue siendo tierra de nadie, no hay quien se encargue de regular y ordenar la circulación de vehículos , de cuatro y dos ruedas, todo funciona porque debe funcionar y ese es el principio de la desorganización, seguro que la falta de educación del ciudadano contribuye en gran medida pero por eso existen autoridades, instituciones y leyes, para evitar que cunda la anarquía. Esta es una de la arterias más concurridas y más importantes de la ciudad, cruza una zona comercial en la que funcionan bancos, hoteles, carnicerías, ferreterías, tiendas de repuestos automotrices, negocios de venta de cerámica, baños, cocinas, etc., en horas pico se complica transitar por allí. Vincula la avenidas Víctor Paz, Belgrano, Potosi y la de Circunvalación cortando las calles 15 de abril, La Madrid y Bolívar entre otras, todas de alto tráfico y consideradas rutas principales.
En la avenida La Paz se estaciona donde sea, en doble fila es lo más normal, hace unas semanas le costó la vida a un ciclista y cada día se producen accidentes y muchos ciudadanos viven situaciones de riesgo. Los semáforos sirven de poco, no sólo porque funcionan mal y en vez de ordenar el tráfico lo desparraman, entre quienes vienen de la 15 de abril y quieren seguir hacia la Belgrano o doblar hacia la Av. Víctor Paz o la Av. Potosí… y quienes van por la Belgrano y también quieren dirigirse hacia la derecha o izquierda, se produce un entuerto que en varias ocasiones deja a los vehículos trompa con trompa a centímetros de la colisión. Es lamentable que a pesar de los antecedentes aún el municipio no haya tomado medidas más que necesarias y urgentes, no imaginamos que se esté esperando que suceda otra tragedia que nuevamente nos haga abrir los ojos por la dejadez y negligencia de quienes administran la ciudad.