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Gabriela Zapata, expareja del presidente Evo Morales, se quedó sin una «vocera» y colaboradora, al ser detenida preventivamente su “tía de cariño”, Pilar Guzmán. Tampoco cuenta con abogados defensores, debido a que Eduardo León abandonó el caso y está aprehendido y se desconoce el paradero de los juristas William Sánchez Peña y Walter Zuleta.

Zapata está detenida en el penal de Miraflores, acusada por tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, falsedad, entre otros delitos. La joven es sindicada de aprovechar la relación que sostuvo con el primer mandatario (2005-2007) para favorecer con contratos millonarios a la empresa china CAMC, de la cual era gerenta comercial.

La mujer enfrentó una demanda interpuesta por Evo Morales por violencia psicológica contra un niño, supuestamente su hijo, la que concluyó con la resolución judicial de que no existe el pequeño que presuntamente tuvieron ambos en 2007. Tras este fallo, la tía de Zapata (Guzmán) y sus abogados fueron procesados por utilizar a un menor y hacerlo pasar como hijo del presidente.

Desde que saltó a la luz pública el caso, Guzmán se convirtió en la portavoz de Zapata y su principal colaboradora, sin embargo dejó de cumplir ese rol porque está detenida en la cárcel de Obrajes. “(Buscan) acallarla a ella (Pilar Guzmán), para que trate de no colaborar más con la señora Zapata. Lo único que ella estaba haciendo es una ayuda humanitaria», indicó a los medios de comunicación el abogado y hermano de Pilar, Rafael Guzmán.

Respecto a los abogados, a partir del 26 de febrero Zapata fue defendida por Walter Zuleta, Ángela Burgoa y Fernando Cortez, este último como representante jurídico de la china CAMC; posteriormente tanto Burgoa y Cortez se alejaron del caso. En tal sentido, la exnovia del presidente contrató a William Sánchez Peña y a Eduardo León. Ahora, León está preso, con las mismas acusaciones que Guzmán, mientras que Sánchez y Zuleta son buscados por la Policía para que declaren sobre la acusación de trata de menores y asociación delictuosa.