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MARISOL COCA W. / BOLINFO / TARIJA
(elPeriódico-mayo 29/2016) A partir de octubre la situación para las familias campesinas será caótica, porque los embalses de agua registrarán niveles bajos de agua para riego y consumo animal. El secretario de Medio Ambiente y Agua de la Gobernación Pablo Avilés informó que actualmente las represas de; San Jacinto, Huacata y El Molino, al ser los embalses de mayor dimensión en el departamento de Tarija aún mantienen sus niveles normales de acopio de agua.


Sin embargo, se avizora tiempos difíciles pasada la temporada de invierno, porque al no haberse registrado precipitaciones pluviales estos reservorios y otros de menor envergadura en las comunidades rurales registradas caudales bajo o hasta algunos lleguen a secar en su totalidad.
“En estos momentos no estamos sufriendo todavía, el problema vendrá cuando pase la época de invierno”, mencionó Avilés e indicó que los embalses pequeños están con poca agua por el déficit de lluvias.
Pero llegar a la época de sequía y apalancar la escasez de agua en las seis provincias, la Gobernación trabaja en un plan de contingencia al cual Avilés espera se sumen los subgobernadores.
El secretario de relaciones y prensa de la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija (Fsucct), Eider Quiroga informó que algunos de los embalses pequeños de las comunidades ya no queda nada de agua, mientras que otros de a poco van reduciendo su caudal a esto se suma la disminución del líquido de las vertientes naturales.
Municipios de la zona alta con más dificultades
Los municipios más afectados son; los de la zona alta, mismos que desde la pasada gestión arrastra un periodo prolongado de sequía, a estos se suman comunidades de Méndez y Uriondo, aunque la situación en el Chaco tarijeño no es diferente, porque se requiere agua y forraje para el ganado vacuno.
Quiroga cuestionó que no sé este dando cumplimiento a la Ley de Gestión de Riesgos, porque existen municipios que a la fecha no lograron conformar sus unidades de gestión para atender los desastres naturales, lo cual es una desventaja para planificar las necesidades más emergentes en cuando a la falta de agua y heladas. (eP)