En las últimas semanas se hicieron públicas cientos de fotos y filmaciones sobre un gigantesco criadero de chanchos que se estaría alimentando de basura en el Relleno Sanitario de Pampa Galana. Las fotos lo decían todo: estos chanchos se estarían alimentando con basura que la alcaldía estaría dejando descubierta intencionalmente para que los chanchos entren al relleno sanitario y se alimenten de ella. El relleno sanitario, además no contar con un cerco perimetral, que la alcaldía hasta hace poco aseguraba que lo tenía, tiene un guardia que, aparentemente, sufre de miopía cuando se trata de ver chanchos.
En fin, un panorama de contaminación escandaloso, donde los chanchos se alimentan con residuos sólidos de todo tipo, ¡desde residuos orgánicos domésticos, hasta hospitalarios peligrosos e industriales!
Básicamente, un criadero de chanchos descomunal que, no solo arrojaría a la Tarija Capital de Rodrigo Paz, como negligente en el manejo de la basura, que no es poca cosa, sino que conspiraría en contra de la población tarijeña porque, apoyados en la capacidad legislativa del Concejo Municipal, en ese entonces, según el Concejal Rosas, dominado por el ex-alcalde Montes, y presidido por el mismísimo Rodrigo Paz, se habría promulgado una ley que tendría como finalidad, «incentivar la actividad porcina en todas sus manifestaciones».
En su defensa, desde la alcaldía salieron a decir que la existencia de un gran criadero de chanchos, como se venía haciendo público, era una mentira; que a lo sumo podía tratarse de algunos chanchos que a veces entraban por algún lugar donde algunos malos vecinos, rompían el cerco para dejar entrar a unos cuantos chanchos; pero que en rigor, un gran número de chanchos, ¡era definitivamente imposible! Imposible porque, además del cerco perimetral con el que contaba el relleno sanitario, este cerco ostentaba letreros que exhibían la prohibición de ingreso a particulares, tal cual lo establece la norma, y contaba con personal las 24 horas del día que tenían como tarea, hacer respetar la prohibición.
Al realizar estas aseveraciones, lo que la alcaldía buscaba ya no era limpiar su imagen en el sentido de institución eficiente en el manejo de la basura, sino eliminar una sospecha peor: ¡la intencionalidad de dejar, abiertamente, que los chanchos entren y se alimenten de la basura! Y, al hacerlo, lo que buscan es eliminar la conexión automática que se arma entre semejante criadero de chanchos en predios municipales y la Ley Municipal 023 del Chanchito a la Cruz.
Sin embargo, la cantidad de mentiras lanzadas por la alcaldía municipal a estas alturas son tantas, y la prueba en su contra tan contundente, que uno no puede sino pensar que la mencionada ley, que declara a «Tarija como Capital del Chanchito a la Cruz», cuando la población la conoce como capital del la sonrisa y, además, por ser «Patrimonio Cultural tarijeño», siendo que todos los tarijeños sabemos que no lo es, no establece esas desfachateces accidentalmente, sino con cierta premeditación que, además, podría estar conectada con el criadero de chanchos de Pampa Galana.
En fin, evaluemos las pruebas sobre la intencionalidad de la alcaldía en la manutención de este criadero de chanchos y su comercialización y sus argumentos de defensa hasta ahora:
PRUEBA EN CONTRA:
- no hay cerco en el 90% del perímetro del botadero y en los pocos lugares donde si hay, se implementaron puertas! (Figura 1)
- la prohibición del ingreso a particulares es muy rígida para periodistas y controladores sociales, sobre todo, si se presentan por la puerta, pero si vas acompañado de tus chanchos, entras sin pedir permiso;
- la basura se deja deliberadamente descubierta para que los chanchos la coman (Figura 2);
- desde el Concejo Municipal, a la cabeza de Rodrigo Paz, se diseñó, elaboró y promulgó una ley que declara a «Tarija como la capital del Chanchito a la Cruz, por ser Patrimonio Cultural tarijeño», a pesar de no serlo!;
Parte de este contubernio, es el informe de justificación de la Ley del Chancho, que no es otra cosa que un texto absolutamente infundamentado (Figura 3) donde, entre otros absurdos, ¡describe como beneficiados a los 500 chanchitos que serán faenados!
- se autoriza el gasto de recursos municipales para que su consumo a nivel local, nacional e internacional, sea promovido, incentivado y co-auspiciado por la alcaldía de Cercado.
A todos estos ilícitos e incoherencias promovidos por la alcaldía, hay que sumarle un antecedente grosero:
El año 2007, en dependencias del SEDES, se mantuvo una reunión entre funcionarios del SEDES, EMAT, la Intendencia Municipal, el Matadero Municipal y miembros de la Sociedad Protectora de Animales Tarija (SPAT), para hablar sobre la falta del cerco en el Relleno Sanitario de Pampa Galana, debido a que, por las posibilidades de comida que brinda la basura, perros y chanchos se estarían reproduciendo en el relleno sanitario y esto, conllevaría a otros problemas, como la rabia canina. En la reunión, se concluyo que de no implementarlo de manera inmediata, sufriríamos las consecuencias.
2 años más tarde (2009), a pesar de haberlo advertido, el cerco no se había construido y, como resultado, ocurrió lo pronosticado: Tarija batió todos los récords de rabia canina de la historia y presento la mitad de los casos de rabia humana a nivel nacional: de 108 casos de rabia canina a nivel nacional, ¡55 estaban en Tarija!; y de las 2 personas que murieron en toda Bolivia con rabia humana ese año, ¡1 estaba en Tarija! A pesar de esta tragedia, el cerco no se construyó!
El año 2014, SPAT le mandó cartas al alcalde repetidas veces, preguntándole sobre el estado del cerco del relleno sanitario. El alcalde nunca respondió. Debido a ello, SPAT recurrió a la Representante del Defensor del Pueblo, para que ayudase a conseguir esa respuesta. Al final, al cabo de meses de espera, llego la esperada respuesta: Rolando Ruiz, Director de EMAT, a través del alcalde, !le mintió a la Representante del Defensor del Pueblo, porque le expreso que el Relleno Sanitario de Pampa Galana, si contaba con un cerco que cumplía con la norma boliviana! (Figura 4).
Pruebas como esta, donde se evidencia que el cerco era y es una carencia de este relleno sanitario, existe a montones. Entre ellas, decenas o, posiblemente, cientos de entrevistas en medios de comunicación, donde los periodistas llevan a los funcionarios municipales esta exigencia de la población y, donde estos funcionarios, aseguran que el relleno si cuenta con el cerco.
Estas mentiras oficiales (la carta entre otros), no solo tiran por la borda las mentiras de los funcionarios municipales y la posibilidad de una negligencia respecto al cerco, ¡sino que presentan como posibilidad una intencionalidad perversa de no construir el cerco para posibilitar la crianza de chanchos y su posterior comercialización a través de sospechosa Ley del Chanchito a la Cruz!
¿QUÉ DICEN EN SU DEFENSA LOS FUNCIONARIOS MUNICIPALES?:
- que ellos no tenían conocimiento de que no había cerco; que no sabían de este criadero de chanchos o de la existencia de perros y personas dentro del botadero; o peor que, como una máscara, el cerco solo está al frente del botadero; y, por lo tanto, no es su responsabilidad;
Que raro… solo hace falta buscar un poquito en los periódicos de anteriores años, cuando ellos ya trabajaban en el Gobierno Municipal, para desmentir a estos funcionarios, porque todos estos problemas se venían denunciando hace años!
- que ellos (Gonzalo de los Ríos, Alvaro Orozco, Diego Ávila, Rodrigo Paz) no pueden ser los responsables de que no haya cerco porque su gestión recién empieza; que en este caso, los responsables tienen que ser los funcionarios de las anteriores gestiones.
Que raro… si ellos también eran parte de esas gestiones! Es más, Gonzalo de los Ríos, por ejemplo, trabaja en el Gobierno Municipal hace 22 años, de los cuales, los últimos 6, como oficial mayor técnico, él está a cargo de toda la maquinaria, obras y obreros de la alcaldía municipal!; Diego Ávila, viene trabajando al menos 5 años en un cargo de importancia en la alcaldía; y Rodrigo Paz, fue diputado por Cercado durante la gestión 2005 – 2010, presidente del Concejo Municipal durante la gestión 2010 – 2015, y alcalde desde hace ya un año.
- que, coincidencialmente, ellos se encuentran trabajando arduamente en el proyecto del nuevo botadero de basura;
Que raro que en sus muchos años de trabajo en la alcaldía, el criadero de chanchos de EMAT nunca les llamó la atención pero que, justo ahora, que este escándalo se ha destapado, por pura coincidencia, ellos se encuentran trabajando en este tema;
- bla, bla, bla…
En fin, el discurso da para todo. O sea, ellos pueden decir lo que sea, pero la verdad es que si se interpreta la prueba encontrada, no puedes sino, como mínimo, suponer cierta premeditación en el engorde de estos chanchos en el botadero municipal, y conspiración en contra de la salud del pueblo tarijeño, promovido desde el Concejo Municipal, debido a que, a través de una ley municipal, se estaría emplazando el consumo de chanchos engordados en un relleno sanitario.
O sea, los funcionarios de la alcaldía pueden inventarse historias de campeonato en el intento de zafar de este embrollo pero, con toda la prueba existente, incluyendo (1) las mentiras oficiales enviadas a la Representante del Defensor del Pueblo, sobre la existencia de un cerco perimetral que, al parecer, solo existió en sus cartas de respuesta; (2) la miopía deliberada de los cuidadores cuando se trata de ver chanchos; (3) la basura descubierta que permite que los chanchos puedan comer; (4) la sospechosa ley del chancho, que no tiene nada que ver con la cultura tarijeña, pero que sin embargo, fue diseñada y elaborada por el Concejo Municipal, a cargo de Rodrigo Paz, y promulgada por el ex-alcalde Montes (Figura 5); y (5) la autorización de gastar recursos municipales para promover el consumo del chancho, uno no puede sino, al menos, sospechar de que existe cierta intencionalidad de mantener el botadero sin cerco y propiciar el engorde de chanchos.
CONCLUSIÓN
Cuando hacemos un recuento de los hechos y de los discursos respecto al criadero de chanchos del Relleno Sanitario de Pampa Galana, no es difícil concluir que funcionarios municipales nos vienen mintiendo desde hace mucho tiempo, no solo de manera informal a través de los medios de comunicación, sino también de manera oficial a través de la Representante de Defensor del Pueblo. De esta manera, esta historia del criadero de chanchos en el relleno sanitario, deja de ser una especulación para transformarse en un hecho que, además de ser el día a día del relleno sanitario, es una verdad que tiene al menos diez años de edad.
Pero habiendo rechazado la hipótesis de la negligencia, nos queda aclarar una duda mayor o, al menos, un hecho mucho más perverso: ¡el vínculo aparente entre el criadero y la ley del chancho! ¿Será que existe alguna relación entre los dos?; o ¿será que los concejales que diseñaron la ley del chancho, que nada tiene que ver con nuestra cultura ni tampoco es que habrán muchos beneficiados, coincidieron, junto con el ex-alcalde Montes, en que era una necesidad para Tarija? Si es así, ¿en qué pensarían que la población tarijeña se beneficiará?
Pero bueno, no quiero ser muy mal pensado, pero tomando en cuenta, por un lado, el nivel de corrupción e intereses personales de los funcionarios públicos y, por otro lado, la incoherencia de la ley del chancho, cuando se la pone en el contexto tarijeño, no puedo sino concluir que estos dos estarían vinculados y que lo que se estaría haciendo, sería utilizar al concejo para emplazar al chancho a la cruz como plato tradicional tarijeño.
De esta manera, habiendo rechazado el manejo negligente del relleno sanitario, no podemos sino aceptar, además, respaldado por muchas pruebas, la hipótesis de la conspiración. O sea,
- se estaría conspirando en contra de la cultura tarijeña, que será invariablemente afectada por este postizo pero apoyado plato de chancho;
- se estaría conspirando en contra de las vendedoras de comida típica, quienes serán afectadas en su economía, porque sus ventas se reducirán hasta casi desaparecer; y
- se estaría atentando en contra de la salud del pueblo tarijeño, por el alto contenido de colesterol que contiene la carne de chancho, que se incrementará en su consumo; y por último,
- se estaría conspirando en contra de la salud de los tarijeños porque, si la carne viene del relleno sanitario, podría contener ciertos niveles de metales pesados, que son altamente tóxicos, y parte de la dieta de chanchos de basurero.