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La presidente chilena Michelle Bachelet declaró en calidad de «testigo voluntario» ante un fiscal que investiga el sonado escándalo de corrupción por el que son investigados su hijo mayor y su nuera, informó el gobierno.
Bachelet declaró el martes pasado a petición del fiscal Sergio Moya, quien investiga el denominado caso Caval, el cual involucra a su hijo mayor, Sebastián Dávalos, y a su esposa Natalia Compagnon en la corrupción asociada a la compra y venta de terrenos en la zona central de Chile.
«La presidente, durante aproximadamente 45 minutos frente al fiscal que lleva la causa, prestó la declaración voluntaria», declaró el ministro del Interior, Jorge Burgos, en rueda de prensa la noche del viernes.
Burgos explicó que la petición del fiscal se produjo hace 15 días, cuando la mandataria se encontraba en una gira oficial por Europa.
«Cuando llegó de su viaje, la Presidenta me señaló de inmediato: ‘estoy disponible para declarar de manera inmediata'», afirmó Burgos.
La mandataria no aparece vinculada en la causa, pero su nuera fue imputada por delitos tributarios a fines de enero, mientras que su hijo sigue bajo investigación.
Este escándalo, que estalló en febrero de 2015, golpeó fuerte la imagen de la mandataria socialista, cuyo apoyo popular cayó en picada y los analistas afirman que será muy difícil que se pueda reponer.
«Una canallada»
La revelación sobre la declaración de Bachelet ante el fiscal, se produce luego de que la revista Que Pasa publicó en su sitio web el jueves por la noche una supuesta conversación telefónica de uno de los implicados en el caso Caval que involucraba directamente a la presidente en este escándalo.